La industria de defensa es un sector estratégico dentro de la economía española y uno de los motores de fortalecimiento de la base industrial y tecnológica de España, ya que las actividades que desarrolla tienen un grado elevado de dualidad, un gran componente tecnológico y un alto valor añadido. Es un elemento clave para el desarrollo y crecimiento de la sociedad en su conjunto y un elemento fundamental para el impulso y desarrollo de tecnologías y capacidades industriales con fuerte componente de I+D.
Desde el año 1996 la Secretaría General de Industria ha financiado los Programas Principales de la Defensa, como consecuencia de un acuerdo suscrito con el Ministerio de Defensa. Estos programas son proyectos tecnológicos industriales relacionados con programas de modernización de las Fuerzas Armadas y conllevan actuaciones de apoyo a una innovación industrial de alto valor estratégico. Su importancia se mide por los retos tecnológicos que en ellos se plantean, por la transferencia de tecnología que se produce hacia otros sectores de actividad y por el importante efecto de arrastre, tanto de actividad como de empleo para las industrias auxiliares y subcontratistas. En este marco se han financiado programas como el de las fragatas F100, F105, buques de aprovisionamiento de combate (BAC), el avión de transporte militar A400M, el helicóptero Tigre, los misiles Spike, los carros de combate Leopardo, los vehículos Pizarro o el avión de combate Eurofighter.
En el año 2014 el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR) sigue financiando alguno de los programas en curso, concretamente el de los submarinos S-80, los helicópteros NH90 y el avión de transporte militar A400M. Para estos programas el MINETUR dispuso en 2014 una dotación de 343,6 millones de euros.