Historia y Cultura Naval 36 BIP l pasado 18 de abril se celebró en la Real Colegiata de San Isidro de Madrid, el solemne capítulo de ingreso de nuevos cetreros en el Real Gremio de Halconeros de España. En esta ocasión y, entre otras personalidades, fue recibido como halconero de honor el almirante general Jefe de Estado Mayor de la Armada Excmo. Sr. D. Jaime Muñoz- Delgado Díaz del Río. No es el actual AJEMA el primero en ser recibido en esta ancestral agrupación de halconeros sino que sus dos predecesores en el cargo, almirantes Zaragoza y Rebollo también lo fueron mientras ocuparon la alta jefatura de la Armada. El gremio de halconeros de la Real Caza de Volatería, como antiguamente se conocía esta agrupación, tiene un origen inmemorial. Aunque las primeras noticias documentadas de halconeros al servicio de los reyes de España se remontan al siglo XII, no es hasta el reinado de la dinastía Trastámara cuando aparecen las primeras noticias del gremio como colectivo de cazadores al servicio reglado de la real familia. Históricamente el gremio de halconeros reales estuvo dirigido por un halconero mayor, que hasta el siglo XVIII se Nuestra historia le conocía como cazador mayor a diferencia del encargado de la caza mayor o de monte, conocido como montero mayor. E La Armada española y el Real Gremio de halconeros ANTONIO DE CASTRO GARCÍA DE TEJADA HALCONERO MAYOR DEL REINO Y DEL SUBPRIORATO ESPAÑOL DE LA ORDEN DE MALTA DIRECTOR DEL SERVICIO DE CONTROL DE AVES EN EL AERÓDROMO DE LA BASE NAVAL DE ROTA Si ahondamos, profundizamos y buscamos lo que es común en los hombres y no lo que los diferencia, encontraremos en los miembros de la Armada y en los Halconeros del Real Gremio, afinidades que si bien enfocadas en actividades harto distintas, son similares en su esencia. La búsqueda de la libertad, en el sentido genuino de la palabra, se une a la audacia en el cumplimiento de sus objetivos, la capacidad de esfuerzo y superación, la entrega, la disciplina, que unidas al idealismo, la cortesía, el estilo franco y sobre todo, el amor a España y el respeto a sus tradiciones, hace que los marinos, para los que la vida no interesa si no es navegando y los halconeros, para los que un día sin cetrería es un día perdido, puedan a partir de ahora hermanarse, para unidos, seguir cada uno en su actividad, cumpliendo con el deber de, aquí o allá, honrar a España.
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