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28 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 2 / 2013 negociaciones. Sus discursos se caracterizan por una marcada ambigüedad que parece destinada a contentar a todas las corrientes ideológicas.41 Por otra parte, no se deben perder de vista los antecedentes en cuanto a negociaciones diplomáticas de los talibanes. Durante los años de su ascenso al poder, en la década de los noventa, existen numerosos ejemplos de negociación, que fueron vistos por los talibanes como complementarios para alcanzar sus objetivos militares.42 En muchas ocasiones, estos acercamientos para negociar encubrían operaciones militares o simplemente trataban de ganar tiempo en momentos de debilidad. Las proposiciones de intercambios de prisioneros como medidas para establecer la confianza eran usadas habitualmente. Quizás el caso más flagrante de traición por parte de los talibanes se produjo en 1995, cuando una alianza recién acordada con las milicias hazaras (chiíes), acosadas por las tropas de Ahmed Shah Masud en las afueras de Kabul, fue desestimada por los talibanes después de ocupar las posiciones hazaras y hacerse con su armamento pesado.43 Contactos a nivel internacional con el régimen talibán a finales de los años noventa pusieron de manifiesto su carácter cuasi medieval por una parte, y la falta de comprensión del mundo y de la diplomacia; y por otra, una habilidad maquiavélica a la hora de perseguir sus intereses en una negociación. La necesidad de cierta honestidad en sus negociaciones con terceras partes también se ve diluida, debido, fundamentalmente, a consideraciones religiosas que los sitúan en posesión de la verdad y la justicia moral más elevada. Los talibanes han demostrado una considerable habilidad para justificar rupturas de negociaciones que podrían considerarse cuando menos traicioneras, calificando a sus oponentes de “heréticos”: en el caso de los chiíes, “ateos”, en el caso de antiguos comunistas en Afganistán o “hipócritas” en el caso de otras facciones muyahidines. En las presentes negociaciones no debería sorprender si los talibanes no consideran necesaria la honestidad al tratar con los “infieles” occidentales y sus “marionetas” en Kabul. Algo que, por cierto, también puede aplicarse a los pakistaníes.44 41  Los discursos del Mullah Omar pueden encontrarse en la página oficial del Emirato Islámico de Afganistán: http://shahamat.info/ 42  SEMPLE, Michael, “Talking to the Taliban”, Foreign Policy, 10 de enero de 2013. 43  En un hecho que marcaría para siempre la enemistad entre los talibanes y los chiíes afganos, el líder hazara Abdul Mali Mazari murió mientras se encontraba bajo custodia de los talibanes, RASHID, Ahmed, Taliban. Militant Islam, Oil & Fundamentalism in Central Asia, New Haven, Yale University Press, 2001, p.35. 44  SCHAFFER, Howard B. y SCHAFFER, Teresita C., How Pakistan Negotiates with the United States. Rolling the Roller Coaster, Washington, United States Institute for Peace, 2011, p.39.


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