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42 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 2 / 2013 esa medida tuvo que ser adoptada.15 5. Si los factores mediáticos que afectan a las percepciones de los públicos de las misiones militares pueden llegar a condicionar su resultado, deberán ser objeto de estudio y planeamiento por quienes definen y diseñan estas misiones, dado que su intención última es la consecución eficaz de los objetivos militares. La comunicación acompaña a todo el ciclo de vida del conflicto, según el modelo de Lund16: bien sea desde la tensión creciente que se desata en un contexto de paz estable, hasta la escalada fatal que desemboca en la guerra, y que concluye con un alto el fuego y un acuerdo que devuelve la situación a la estabilidad. 6. En evitar la erosión del apoyo doméstico de las operaciones militares desempeñará un papel fundamental la gestión de expectativas sobre la duración del conflicto, de las propias misiones, y de los objetivos que se pretenden, que deberán ser concretos y mensurables. La percepción inicial es importante: “la presentación de las misiones debe evitar generar expectativas erróneas”.17 7. Los ejércitos profesionales permitirán un enfoque “profesional” de las misiones, limitando la influencia de elementos emocionales sobre el público de retaguardia, ineludibles en un ejército por conscripción. 8. Una parte de las acciones de tipo no-convencional o asimétrico tendrán que ver con la información (la llamada You Tube War) y las comunicaciones (ciber-guerra). La comunicación también está presente en el uso “no-bélico” del poder militar, característica propia de los nuevos ejércitos tras la Guerra Fría, “que incluye tanto la amenaza del uso de la fuerza como un uso limitado propio de la gestión de crisis”.18 9. El empleo de contratistas militares permitirá en ocasiones sacar del foco de atención pública la gestión de operaciones sensibles contra adversarios asimétricos. 10. La asimetría se busca porque una confrontación abierta, de guerra total, acabaría con la aniquilación de este tipo de adversario, alejado del paradigma militar posmoderno. Así, este nuevo enemigo nunca estará agrupado ni visible. Permanecerá fragmentado y oculto en las nuevas trincheras: la población y los nuevos medios 15  CANEL, M. J. op. cit. p. 105. 16  GARCÍA GONZÁLEZ, J. I. Crisis e instrumentos militares de gestión de crisis: adaptación tras la Guerra Fría. Madrid: Ministerio de Defensa, 2008. Tesis doctoral, p. 70. 17  ARTEAGA, F. “Terrorismo, contrainsurgencia y opinión pública”, en JORDÁN, J., POZO, P. y GUINDO, M.G. (coords.) Terrorismo sin fronteras. Actores escenarios y respuestas en un mundo global. Cizur Menor: Aranzadi Thomson Reuters, 2010, pp. 223. 18  GARCÍA GONZÁLEZ, J. I. Crisis e instrumentos militares de gestión de crisis: adaptación tras la Guerra Fría. Madrid: Ministerio de Defensa, 2008. Tesis doctoral, p. 355.


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