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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 114

LA INTELIGENCIA MILITAR EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 15 mentos y costumbres anteriores. Ciertamente, el mantener un constante flujo de inteligencia de fondo era una de estas experiencias de envergadura y los príncipes en el estrecho de Gibraltar tenían a su disposición un considerable grupo de fuentes de información. A pesar de que las noticias y datos que estos procesos e instrumentos podrían rendir eran de índole confidencial, se pueden observar las fuentes y mecanismos para obtenerlos. Los monarcas dependían de sus oficiales reales, públicos y privados, ya fuesen alféreces, mayordomos, cancilleres, tesoreros, pesquisidores, merinos o adelantados de la frontera en Castilla; senescales en Aragón; y generales, además de varios otros para mantener abierto el tráfico constante de noticias e información sobre todos sus dominios, desde las fronteras, pueblos y regiones hasta la corte real. Los oficiales en sí dependían de sus subordinados y estos últimos de los suyos y demás, lo cual idealmente constituía una cadena que extendía el alcance de las administraciones centrales. Esto se puede ver en una carta de Alfonso XI a Pedro López de Ayala, su adelantado mayor en Murcia (1327) y a la vez en un comunicado de Ferrer Descortell a Jaime II (1291-1327) en cuanto a los movimientos enemigos en la frontera con Castilla y Granada, para citar solo dos ejemplos concretos7. Además de este componente nacional de la inteligencia de fondo, los soberanos necesitaban estar al tanto de los acontecimientos en los países que los rodeaban, ya que ninguno podía dar por sentado su amistad. Para este propósito, cada reino hacía uso de una serie de prácticas y procedimientos. En primer lugar, las cortes reales se comunicaban constantemente por medio de vías diplomáticas u oficiales. Una de ellas eran las cumbres periódicas entre monarcas, como la reunión entre Jaime II de Aragón y Fernando IV en 1309 en la que se resolvieron los últimos detalles sobre la operación conjunta para sitiar Algeciras y Almería simultáneamente8, o entre Alfonso XI de Castilla (1312-50) y Alfonso IV de Portugal (1325-57) en 1340 para 7  VEAS ARTESEROS, Francisco de Asís: Documentos de Alfonso XI. Colección de documentos para la historia del reino de Murcia. Ed. Real Academia Alfonso X el Sabio y CSIC, Murcia, 1997, vol. 6, p. 98, doc. 90, «Carta misiva de Alfonso XI a su adelantado mayor Pedro López de Ayala, agradeciéndole su actuación en Murcia y desaprobando la paz que don Juan Manuel había pactado con Granada» de fecha de 21 de mayo de 1327; FERRER I MALLOL, María Teresa: La frontera amb l’islam en el segle xiv; Cristians I sarraïns al Pais Valencià. Ed. CSIC e Institució Milà I Fontanals, Valencia, 1988, pp. 249-50, doc. 30, «Ferrer Descortell le hace saber a Jaime II que según las información que le envían sus observadores en Lorca, Granada ha reunido tropas en Vera, 1.000 hombres a caballo y 2.000 de pie, para hacer una cabalgada por la huerta de Orihuela» de fecha de 1 de junio de 1308. 8  Crónica del rey don Fernando Cuarto. Ed. BAE 66, M. Rivadeneyra, Madrid, 1875, vol. 1, p. 161. Revista de Historia Militar, 114 (2013), pp. 11-40. ISSN: 0482-5748


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