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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 114

NAPOLEÓN Y EL CONTROL DE LA PRENSA: DE MILITAR... 259 las tropas, Napoleón intentó siempre mantener alta la moral, trató, además, de amedrentar a los enemigos con la creación de leyendas de imbatibilidad de su Grande Armée que tuvieron que interiorizar también los propios soldados. Napoleón cultivó siempre su imagen como militar y consiguió que sus soldados le tuvieran una lealtad ciega, lo cual fue de vital importancia en el golpe de Estado, pues cuando parecía que el Directorio podía evitar ser derrocado, fueron los generales afines a Bonaparte y las tropas de la capital quienes lo auparon al poder. Napoleón entendió que la propaganda, especialmente en la prensa, era un arma de guerra más. Una herramienta con la que contar para librar sus batallas, para amenazar a sus enemigos e, incluso, para firmar la paz en mejores condiciones. Así, en la campaña egipcia desplaza prensas, impresoras, periodistas y editores como desplaza granaderos o artillería pesada. Una vez que es nombrado cónsul, consciente del poder de la prensa — pues él mismo la había utilizado— y sabiendo de su potencial, prohíbe toda publicación contraria al nuevo gobierno y repite el esquema que tan bien le había funcionado anteriormente, llegando a afirmar «Tres periódicos hostiles deberían ser más temidos que miles de bayonetas»58. Los periódicos oficiales y semioficiales, especialmente Le Moniteur, sirvieron a los intereses propagandísticos y políticos de Napoleón durante el Consulado de forma eficaz. De hecho, fueron ellos los que consiguieron destacarlo de sus dos compañeros y convertirlo en emperador, prácticamente sin oposición. Sin embargo, a medida que su gobierno se volvía más autoritario, el pueblo fue desconfiando de cualquier campaña de persuasión iniciada por Bonaparte. Tal y como afirma Holtman, Fiévée llegó a asegurar a Napoleón que la gente leía los periódicos oficiales para saber qué quería el gobierno que pensaran para, a continuación, pensar todo lo contrario, lo que producía un efecto rechazo a la propaganda gubernamental, que se había convertido en algo tan evidente que provocaba silencios mediáticos en hechos de sobra conocidos por todos59. Como había ocurrido durante su ascenso al poder como militar, durante el Consulado, el control y el dominio de la prensa que tenía Napoleón hizo que su imagen como héroe y gran estratega siguiera imponiéndose en el imaginario colectivo. De esta forma, y gracias a sus campañas de propaganda masiva, el 2 de agosto de 1802 Bonaparte era nombrado cónsul vitalicio. A medida que transcurría su carrera política iba asumiendo más competencias y aglutinando más poderes, alejándose del espíritu de la Revolución, y 58  TAYLOR, Philip: op. cit., pág. 154. (Traducción propia). 59  HOLTMAN, Robert: op. cit. Revista de Historia Militar, 114 (2013), pp. 237-272. ISSN: 0482-5748


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