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178 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 0 / 2012 sus campos móviles.6 Conviene destacar aquí la habilidad de AQMI para hacer frente a estas dificultades, incluidas las derivadas de la necesidad de fijar vínculos con grupos de Tuareg divididos entre los que tienen que asegurarse fidelidades que impidan filtra-ciones a las autoridades y su localización: contrasta por ejemplo la rapidez con la que uno de los hijos prófugos de Muammar El Gadaffi fue delatado por círculos de Tuareg que lo entregaron a las autoridades del Consejo Nacional de Transición (CNT), y ello a pesar de haber presumido siempre su padre de los vínculos con esta comunidad: AQMI, en cambio, tenía en su poder a principios de 2012 a trece rehenes extranjeros en territorio de los Tuareg donde los oculta y negocia rescates por ellos desde hace años. Este último punto es importante porque, si bien en su pulso con las autoridades de los países en los que actúan estas les ponen cada vez más dificultades para poder en-trenar mejor a sus terroristas – el Mando Militar de Coordinación creado por Argelia en septiembre de 2010 con base en Tammanrasset comienza a ser eficaz aproximando las respuestas en un marco subregional -, lo cierto es que si observamos el progresivo debilitamiento de Mauritania en los últimos años o la dinamización del terrorismo de Boko Haram en el norte de Nigeria entre 2011 y 2012, podemos considerar que el activismo terrorista de esta organización sigue siendo importante aunque desde fuera de la región pueda pasar desapercibido. Es indudable que la adaptación de los terroris-tas de AQMI al terreno es una realidad que hace más difícil combatirles con eficacia.7 3. AQMI Y LOS ATENTADOS Si los precedentes de AQMI son el Grupo Islámico Armado (GIA) y el GSPC ar-gelinos, y el modelo a seguir Al Qaida como tal, las fidelizaciones del GSPC a esta úl-tima en 2003, 2005 y la definitiva del 11 de septiembre de 2006, su transformación en AQMI en enero de 2007 y la historia de la organización desde entonces no hace sino confirmar lo comprometido por los terroristas: se han convertido en dignos represen-tantes de la casa matriz en una zona geográfica cada vez más amplia, buscada no sólo en términos tácticos sino obedeciendo también al afán expansionista y universalista de Al Qaida.8 6  ECHEVERRÍA JESÚS, C.: “El terrorismo yihadista a las puertas de España: los campos de entre-namiento en el Sahel” Análisis del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) nº 20, 5 julio 2007, en www. gees.org. 7  El 15 de septiembre de 2011 un enfrentamiento entre militares de Níger y AQMI se saldaba con un soldado y tres terroristas muertos y el 20 de diciembre AQMI secuestraba a un policía mauritano en la frontera con Malí, en dos acciones tipo de las que con frecuencia se repiten en estos tres países. Véanse “Recent Highlights ...” CTC Sentinel Vol. 4, nº 10,octubre 2011, p. 26, y Vol. 5, nº 1, enero 2012, p. 27. 8  Geoff D. Porter consideraba ya en mayo de 2011, al analizar el impacto de la desaparición de Bin Laden en el yihadismo salafista global, que el probable acceso de Ayman Al Zawahiri al liderazgo de Al Qaida supondría un espaldarazo para AQMI, y ello porque el egipcio se había mostrado tradicio-nalmente más cercano a los magrebíes que Bin Laden. Aparte de este argumento, el analista estadouni-


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