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69 Diego Navarro Bonilla Lecciones aprendidas (y por aprender) cendencia que esta especialización de la Historia ofrece para la investigación en inte-ligencia: Los cursos que en la actualidad se imparten sobre Afganistán e Irak estudian los intereses geopolíticos estadounidenses en el petróleo o el síndrome de estrés pos-traumático de los veteranos, en lugar del heroísmo de los marines en Faluya o las claves del éxito del general David Petraeus al sofocar la insurgencia islamista radical en Bagdad. Con estos tres ejemplos, los académicos contemporáneos quieren im-partir lecciones relevantes para la actualidad al centrarse en los aspectos sociales de las guerras de Estados Unidos que tradicionalmente han sido pasados por alto. Pero olvidan que los estudiantes de hoy pueden extraer valiosas enseñanzas si aprenden por qué los americanos aterrizaron y resistieron en Normandía22. Otra vinculación inherente a esta definición de las lecciones aprendidas es su pre-sencia en los planes de formación de los ejércitos. No por casualidad, entre las asigna-turas de las academias siempre figuró el estudio de historia militar. En el tratado de Leopoldo R. Ornstein, profesor de Historia militar en la Escuela Superior de Guerra argentina, se reservaron profundas consideraciones sobre el método de estudio, análi-sis y explotación de las lecciones aprendidas, ya en 1957: “La experiencia a extraer del estudio de la Historia Militar jamás surgirá de deduc-ciones artificiosas, sino de pruebas concretas y que constituyan verdades indudables. Esas verdades hay que buscarlas y para hallarlas es forzoso remitirse a la investigación de las causas en todo fenómeno que se analiza, especialmente en aquello que desvir-túa las reglas consagradas … Es en el campo de las contradicciones que aparecen con tanta frecuencia en la guerra, donde se oculta el más productivo venero de ex-periencias. Esta es la razón que nos obliga a enfrentarnos indefectiblemente con el análisis comparativo de diferenciación”23. Se habla con frecuencia del concepto clásico de revolución en los asuntos militares. En realidad, a lo largo de los siglos, se ha asistido a transformaciones determinantes en la forma de conducir, plantear o comprender la guerra y sus fundamentos. Bien por los avances tecnológicos empleados en cada época, bien por las transformaciones en las comunicaciones en tiempo real o por la formación de los mandos, cada vez más profesionales; o por una conjunción de todo ello. El estudio de cada revolución militar se asemeja a un puzzle progresivo y acumulativo, y a una continua generación de tipos de guerra que se superponen. Las características del conflicto en la Historia determina- 22  HANSON Víctor Davis, Matanza y cultura, Madrid, Turner; México, Fondo de Cultura Eco-nómica, 2006. 23  ORSTEIN Leopoldo, El estudio de la Historia militar: bases para una metodología, Buenos Aires, Círculo Militar, 1957, 345.


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