Page 57

REVISTA ESPAÑOLA DERECHO MILITAR 101

«Drones» y derecho operacional en un mundo asimétrico antemano el posible número de bajas, los efectos que producirá el impacto y la onda expansiva, grado de las quemaduras, mutilación de órganos, etc. Ahora bien, si la totalidad de la fuerza aérea enemiga ha sido destruida: ¿puede la destrucción posterior de un depósito de misiles aire-aire justificar la muerte de veinte civiles ajenos por completo a las hostilidades? Se trata de una regla de difícil «operacionalización», donde no caben formulaciones holísticas y en la que habrá que estar a las circunstancias del caso concreto. Dicho de otro modo, que los daños sean o no excesivos estará en función de la ventaja mili-tar «concreta y directa» que se espera obtener con el ataque. En los ataques a aquellos objetivos que por naturaleza son militares no existe margen de duda para identificar esa ventaja «concreta y directa». Ahora bien, cuando se trata de objetivos militares «ocasionales», como por ejemplo una emisora de radio que hace las veces de centro de mando y control o una central eléctrica uti-lizada por las fuerzas militares del adversario, el sentido de lo concreto y lo directo –ambos lo suficientemente expresivos− debería también ponderarse, no obstante, con los perjuicios que a largo plazo podrían ocasionarse también a la población civil. Y esto, aplicado a los drones aéreos, medios de por sí precisos, nos lleva a un concepto estratégico de mucho arraigo durante los últimos años en las fuerzas aéreas de Occidente conocido como Operaciones Basadas en Efectos (EBO: Effects Based Operations) y consistente, en lo que se refiere a la gestión de objetivos, en buscar victorias rápidas y sin apenas daños colaterales a base de batir con audacia los principales centros de grave-dad del enemigo, logrando su parálisis y forzando su rendición sin tener que recurrir al empleo de fuerzas terrestres115. El problema que plantea este tipo de operaciones, cuyo epítome son los ataques aéreos múltiples y simultáneos por el procedimiento expeditivo de la «guerra paralela» (Parallel Warfare)116, es que podrían desviarse del sentido «concreto y directo» de la ventaja militar que exige este principio cuando se elige como objetivo cualquier «centro de gravedad» no estrictamente militar sino político, industrial, financiero, redes civiles informáticas o de transmisiones, etc., que al momento de decidirse el ataque no estuviera siendo utilizado por el adversario con una finalidad militar específica. Si la gestión «tradicional» de objetivos se dirige siempre a objetivos incuestionablemente militares (un carro de combate) o aquellos que por su finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la acción militar (estación de radio, central eléctrica, etc.), entonces la búsqueda de aquellos objetivos que sean militarmente necesarios y políticamente convenientes para lograr el so- 115  Deptula, D. A. (2001), Effects-Based Operations: Change in the Nature of War-fare, Arlington: Aerospace Education Foundation, Defense and Airpower Series. 116  Schneider, S. M. (2012), Parallel Warfare: A Strategy for the Future, BiblioSchol-ar ed. reprint, USA. 57 Revista Española de Derecho Militar. Núm. 101, enero-junio 2014


REVISTA ESPAÑOLA DERECHO MILITAR 101
To see the actual publication please follow the link above