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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 129

JUAN ANTONIO GóMEz VIzCAíNO albañiles, y canteros, y peones escogidos, haciendo el mayor esfuerzo se logró el que bajara en el sábado el dique 4 pies de agua, a la una y media con que quedó el dique con tres en el plan de picaderos y cuatro en la recámara de entre puertas, y cajón por estar un pie más hondo este pavimento que el de picaderos, y estando en este estado el agua; se descubrió un pedazo de tabla de pino metido de canto que no las dejó ajustar ni cerrar estando oprimido entre ellas. Bajaron dos maestros inteligentes y cuatro oficiales por escala y un banquillo que se había visto (…) entre puertas y cajón para atacar con estopa a fuerza, como se practicó en el pequeño dique, las juntas de las sillerías que ya se veían brotar agua, pero reconocieron que entre el muro, de la embocadura y cajón estaba cantidad copiosa de agua, lo que me noticiaron y hablé con el constructor y respondió que ni entraba ni podía entrar. Este discurso para tomar providencia corto la inopinada novedad de que a las dos y cuarto revenó el agua entre cajón y puertas desencajando un sillar que levantó un pie de su sitio sin duda porque la continuación de la salida y fuerza del agua había descarnado las juntas de la cal y pozolana con que estaban tomadas, lo que se hubiera evitado si las puertas hubieran ajustado, manteniendo la mitad de la columna de agua entre ellas y el cajón, y es de confusión ver, cómo un pedazo de tablón de madera flotante se encajó de canto entre las puertas para que no se pudieran cerrar. Con el agua que reventó la que entraba por el cajón, y las de las juntas de sillería que brotaban el rincón de las puertas en tres horas se llenó el dique y poza de sillería, con veinte pies flotó el navío soltando todas sus escoras que tenía puestas como si estuviera sobre la grada, y quedó amarrado con 4 aparejos a las seis de la tarde; = Comprobaba el director que no podía dejar de entrar agua y abundante por el cajón, teniendo presente que la fábrica de los diques la iría llenando el terreno en seco con 40 bombas de a 18 pies en dos pozos alto y bajo, que componen 20 de las que ahora se han usado largas, y esperaba que con estas que eran 36, aunque los mismos veneros del tiempo de la construcción se volvieron a introducir en el dique había de ponerse en seco lo que no se pudo lograr. Poco después de las seis de la tarde del sábado que ya estaba el navío amarrado y faltando dos pies para anivelarse las aguas se volcó el cajón al (…) echando los cañones con que estaba cargado lo que no hubiera sucedido si se hubiera amarrado a sus dos manillas altas pues esto era natural (…) de su figura y construcción, una vez que se equilibraron las aguas y su centro de gravedad no pasaba por el de su base pero de este suceso no se sigue perjuicio alguno, y a esta hora estará apartado de la embocadura. En los muros de los diques ni en el tiempo de su construcción ni ahora, ni todo el que el grande estuvo en seco no han manifestado, el menor pelo ni asiento; ni transpiraciones de aguas con motivo de haberlos agotado ni tampoco en su plan de picaderos: Todo el daño está, en la grande y desamparada anchura de la embocadura y cámara y al salir el navío se detendrá en ella para hacer las observaciones que conviene con consideración a otros de mayor porte. 88 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 129


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