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MEMORIAL INFANTERIA 70

MISCELÁNEA lugar a una segunda prueba en San Lorenzo del Escorial donde estuvieron presentes el infante D.Antonio Pascual de Borbón y Sajonia, algunos ministros, el secretario de Estado y varios Grandes de España. No hubo dudas, la mezcla funcionaba y se tenía que poner en práctica en las nuevas construcciones navales, solicitando el secreto de su composición tal y como ocurría con las afamadas porcelanas que producía la Real Fábrica del Buen Retiro,conocida popularmente como «La China». El monarca no tardó en pronunciarse:«Habiendo visto el Rey con satisfacción las pruebas que a su Real presencia hizo Juan Tudón, Soldado del Regimiento Auxiliar, a fin de precaver e impedir la propagación del fuego en las maderas, se ha servido S. M. concederle licencia absoluta con una pensión anual …».Rubricas de Juan Tudón y Antonio Beretens A Tudón le fueron concedidos dos privilegios: la licencia para separarse del servicio, tal y como le fue comunicado a través del conde del Campo de Alange don Manuel de Negrete y de la Torre, y una pensión vitalicia propia de hidalguía por su servicio desinteresado al Estado. Ante el ingenioso hallazgo se propuso como recompensa de ambos la dirección de las fábricas de los arsenales, y el ascenso a capitanes ingenieros ordinarios de Hidráulica para que se pudieran dedicar a sus ideales. Al aragonés Antonio Beretens, que contaba con 13 años y 8 meses de buen servicio, se le planteó retornar con los padres y hermanos que debía atender en Jaca, de donde era oriundo, aunque finalmente se aprobó su ascenso a subteniente de uno de los regimientos fijos establecidos en América, el de Guatemala. En el expediente de D. Juan Tudón consta como el mayor de varios hermanos al que se le ofreció a finales de marzo de 1793 la licencia por gracia de S. M. el rey, además de la graduación de oficial agregado a la Marina en el Arsenal de Cartagena. Su pensión anual se estimó en 6.000 reales que finalmente se mantuvo a la mitad, según aparece en un despacho de Diego M. de Gardoqui, secretario del Consejo de Estado y embajador de España en Estados Unidos en mayo de ese año. En agosto de 1794 los habituales incendios que sufrió el Real Sitio de San Ildefonso fueron nuevamente causa de preocupación de Carlos IV, al cual en una notificación se le hacía saber que el secreto de la composición del «betún » estaba a punto de ser conocido, deseando fuera publicado y difundido en la mejor manera para que no se repitiesen los estragos del fuego en las fábricas de cristales de «La Granja». Plano Virreinato de Nueva Granada y Escudo de Armas de Santa Fé La situación de Francia se volvió convulsa y Beretens, que contaba con mujer «Vicenta Donesteve» e hija de unos 16 años, regresó a Zaragoza donde le esperaban muchos parientes. La guerra contra los franceses se expandió y el subteniente participó en diversas campañas en Aragón, bajo las órdenes del príncipe de Castelfranco, en Jaca, Barbastro y rechazando enemigos en el Valle de Arán. Después de tres años,Antonio Beretens pidió que se le reconociera el grado de teniente de Infantería y un retorno al Regimiento de Guatemala, un destino en el Batallón de Caracas (Venezuela) o el Regimiento de Buenos Aires, a modo de gratitud por la invención compartida con Juan Tudón en los años anteriores. En los destinos solicitados no apareció ninguna vacante disponible pero finalmente en junio de 1798 surgió una plaza en la ayudantía mayor del Regimiento de Laredo. Los avatares del final del siglo xviii fueron muy duros para la Marina a causa de las continuas guerras navales y pérdida de las colonias. La aparición de nuevas técnicas y materiales en el siglo xix hizo que la construcción de barcos de madera declinara notablemente y el invento de ambos protagonistas parece que quedó olvidado entre el polvo de algún archivo. 101


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