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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 130

LA LUCHA ANTICORSARIA EN EL LITORAL MURCIANO DURANTE EL REINADO DE... Otra de las presas que causó una fuerte controversia fue la llevada a cabo por un grupo de pescadores en enero de 1616 en la cala de Cope, en el término de Lorca. El protagonista de la misma fue esta vez el corregidor Antonio de quiñones Pimentel, que había sustituido como lugarteniente de adelantado a don Luis Fajardo, fallecido en 1615. El 12 de enero se presentaban algunos de estos pescadores ante el Concejo solicitando, que como era costumbre, se les eximiera del quinto real. El Concejo accedió a ello y dio cuenta de esto al corregidor, como era preceptivo. Pero el corregidor respondió viniendo en persona a Cartagena y mandó detener a los pescadores, al tiempo que les requisó a los moros y se los llevó a Murcia, diciendo «questa presa es suya y le pertenece, porque para yr a buscar los moros no le pidieron licencia». Indignado el Concejo, escribió rápidamente al Rey, el 17 de enero, relatando la actuación del corregidor y su abuso de poder, y justificando que era imposible que los pescadores pudieran ir en ese momento —que requería tanta celeridad— a pedirle licencia a Murcia, distante más de 20 leguas de donde ellos estaban (63). Pero con una rapidez inusual en estos casos, el Rey contestó con una carta de 18 de febrero dando la razón en todo al Concejo de Cartagena y castigando el abuso de poder del corregidor con 300 ducados a repartir entre los pescadores. y no solo eso, también daba las gracias a esos vecinos, y para alentar que otros también participaran en esa lucha anticorsaria pedía al Concejo que determinara qué persona fue la que movió al resto de sus compañeros a atacar al bergantín enemigo (64). El Concejo acordó comisionar a un regidor para que se desplazara a Murcia a darle cuenta al corregidor del contenido de la cédula real, pero a partir de entonces se dio un hecho que solo cabe calificarlo de surrealista: el corregidor se negó a recibir al comisionado de Cartagena y a un escribano, cosa que ambos notificaron al Concejo el 4 de marzo; este les ordeno que lo volvieran a intentar y que si se negaba levantaran acta de ello y que otros escribanos de Murcia también lo hicieran, y si aún persistía, que se volvieran a Cartagena «sin bolber a hablar al señor corregidor, pues su merced no resibio la carta y recado desta ciudad con la cortesía que a esta ciudad se le debe» (65). Llegado a la ciudad el comisionado Valcárcel, relató ante el Concejo todo lo ocurrido en Murcia y este decidió escribir al Rey y al consejo de Guerra para informarle de ello, pero el alcalde mayor se negó a firmar el acuerdo y amenazó con castigar a los regidores. En vista de eso, los capitulares le requirieron mediante escribano a que leyese la cédula que había mandado al Rey, por lo que este no tuvo más remedio que leerla y acatar lo que el monarca ordenaba en ella. Entretanto el alcalde mayor, aparte de informar del mandato regio al corregidor, intentó limar asperezas entre ambas partes y lo único que (63) AMC, Borrador…, carta 304. (64) AMC, Ac. Cap. 1615-1616, cab. 1-III-1616. (65) Ibídem, cab. 4-III-1616. Año 2015 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 27


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