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REVISTA IEEE 4

45 Carlos Setas Vílchez ¿De qué hablamos cuando hablamos de Al Qaeda? profesional. Debat llegó a ser el director del Programa de Terrorismo y Seguridad Nacional en el Nixon Center de Washington, hasta que fue puesto en evidencia por una serie de artículos de investigación en la revista francesa rue89.4 Desafortunadamente, la repetición de informaciones acerca de Al Qaeda, aunque con dudosa base, ha llevado a que se tomen ciertas afirmaciones por probadas. A esto contribuye el hecho de que la mayor parte de la producción académica acerca del terrorismo de carácter islamista se basa en la citación de publicaciones previas de otros autores consagrados como expertos en la materia. La escasez de fuentes primarias hace que no pueda ser de otra manera, pero se echa en falta cierto espíritu crítico a la hora de aproximarse al tema de estudio. Incluso entre los reconocidos como mayores expertos en Al Qaeda se aprecian diferencias de opinión tan marcadas, que inducen a pensar si se deben a un distinto análisis de las fuentes o a una ausencia de las mismas. Cabe mencionar el debate surgido entre Marc Sageman y su teoría de una organización terrorista sin una estructura de mando clara y Bruce Hoffman, quien considera Al Qaeda como una organización jerárquica perfectamente estructurada. Además de todos los puntos de vista intermedios imaginables.5 O las distintas posiciones de quienes hacen de Al Qaeda algo de escasa relevancia hoy en día (Jason Burke) o quienes magnifican su amenaza (Rohan Gunaratna). El gran número de expertos en yihadismo que han aparecido en el mundo académico y pseudoacadémico constituye otra barrera para una aproximación seria a la materia. La necesidad de publicar para conservar un estatus y de aprovechar eventos que incrementen el interés por el tema de estudio lleva a que se produzcan análisis en masa de los ataques o los intentos de ataques terroristas, estudios que priman la inmediatez sobre la profundidad6. Habitualmente se elaboran ad hoc, y sus conclusiones son, por lo general y como consecuencia, simplistas. Por otra parte, hemos de lamentar la existencia preeminente de artículos con un solo autor en cuestiones de terrorismo, debido al amplio rango de campos de estudio que su comprensión requiere. Especialmente en el caso del que presenta un 4  FAURE, Guillemette y RICHÉ, Pascal, “How Alexis Debat managed to cheat everyone in Washington”, Rue89, 15 de septiembre de 2007. 5  NEUMANN, Peter, EVANS, Ryan y PANTUCCI, Raffaello, “Locating al Qaeda’s center of gravity: the role of middle managers”, Studies in Conflict and Terrorism, No.34, 2011, pp.825-842. 6  Esa búsqueda de la inmediatez provoca, en ocasiones, deslices, como el que llevó a la publicación de un artículo donde se adelantaba la hipótesis de la autoría yihadista del atentado en la isla noruega de Utoya. Publicado escasas horas después del ataque, se ponía en relación con amenazas expresadas por Ayman al Zawahiri contra Noruega en 2003. El artículo fue rápidamente retirado del periódico y se publicó una rectificación del autor: REINARES, Fernando, “Matanza terrorista en Noruega”, El País, 27 de julio de 2011.


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