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49 Carlos Setas Vílchez ¿De qué hablamos cuando hablamos de Al Qaeda? e infieles en Arabia. Además, las tropas estadounidenses en defensa de la península suponían, a sus ojos, una humillación para el Reino y para el Islam. Las subsecuentes actividades de bin Laden, buscando apoyo entre los académicos religiosos, acabaron con la paciencia de las autoridades saudíes, que lo expulsaron en 1991. Bin Laden se trasladó a Sudán en 1992, tras un breve paso por Peshawar donde asistiría al comienzo de la guerra civil de los muyahidines afganos. En Jartum, el régimen del general al Bashir, influenciado por el ideólogo islamista Hasan al-Turabi, lo recibió con los brazos abiertos. Durante los siguientes cuatro años, bin Laden reubicó Al Qaeda en Sudán, un refugio seguro desde el que planear la continuación de la yihad. Allí se le unió Ayman al-Zawahiri, el líder de la organización egipcia Yihad Islámica. Ambos habían coincidido en Afganistán en los años ochenta, si bien Zawahiri no había tomado parte en la fundación de Al Qaeda. Zawahiri se convertiría, con el tiempo en importante ideólogo y número dos de la organización, tras la fusión de su formación con al Qaeda de 1998. En 1996, bin Laden y la cúpula de al Qaeda abandonaron Sudán, expulsados por su Gobierno debido a las presiones internacionales y a la pérdida del patronazgo del Sheick Turabi, tras caer en desgracia ante el Presidente al Bashir. De allí se dirigieron a Afganistán, donde inicialmente buscaron refugio en el área de Jalalabad, en aquel entonces todavía fuera del control talibán. Desde aquí se planearían y se llevarían a cabo las acciones terroristas que dieron a al Qaeda fama mundial y un puesto preeminente sobre el resto de organizaciones yihadistas. Al Qaeda se formó alrededor de un núcleo de combatientes de diversa procedencia que coincidieron en Afganistán, centrados en la yihad contra el invasor soviético. Más tarde se uniría con un grupo egipcio, buena parte de cuyos integrantes también habían combatido en Afganistán con objetivo era la yihad contra los regímenes “apóstatas”, comenzando por el egipcio. Esta disparidad en la procedencia de sus miembros se inscribe en la raíz de su ideología. Hay dos elementos que marcan a Al Qaeda: la yihad afgana y el conflicto israelí-palestino. La retirada soviética de Afganistán fue entendida por la comunidad yihadista en todo el mundo como una victoria de la fe islámica sobre la superpotencia atea. La derrota de la URSS, aunque dudosamente atribuible solo a la actuación de los muyahidines, se grabó en la ideología yihadista como un éxito que demostraba lo que la yihad podía hacer por los musulmanes. Fue también en Afganistán donde la doctrina de la yihad de Abdullah Azzam17 penetró en los fundamentos ideológicos de Al Qaeda. 17  Abdullah Azzam postulaba que la yihad en defensa del islam era una obligación individual de todo musulmán y que debía ser emprendida a título personal. Sobre la influencia de Azzam en el entorno extremista árabe durante la década de los ochenta ver BERGER, Peter L., The Osama Bin Laden I Know, Nueva York, Free Press, 2006, pp.24-48.


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