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51 Carlos Setas Vílchez ¿De qué hablamos cuando hablamos de Al Qaeda? Al Qaeda proclamaba encarnar la ahl al-sunna wa-al-jama’a,22 es decir: su visión del mundo se basaba en el Corán y la Sunna. Sus miembros no distinguían entre las cuatro escuelas de jurisprudencia islámica, y eran flexibles en materia de credo y doctrina religiosa. Al Qaeda rechazaba oficialmente el regionalismo y el fanatismo.23 La organización estableció una relación cordial pero distante con los eruditos religiosos o ulemas. Dentro de la organización, el comité legal, encargado de la valoración religiosa de acuerdo con la jurisprudencia islámica de las actividades del grupo, estaba supeditado al comité militar, el más importante dentro de Al Qaeda. El comité legal decidía si las operaciones planeadas por Al Qaeda cumplían los requisitos desde la perspectiva del Islam clásico sobre las leyes de la guerra, además de tener derecho de veto. Sin embargo, los expertos en jurisprudencia no dictaban la gestión ni la dirección de las operaciones.24 Al Qaeda, a diferencia de otros grupos yihadistas, no seguía ninguna doctrina emanada de las enseñanzas de su líder. Osama bin Laden, como líder de la organización, era considerado un musulmán más; su cargo no era inamovible ni se le consideraba infalible. Tampoco los miembros de la organización debían jurarle obediencia. La adhesión a Al Qaeda se basaba en un compromiso con la yihad y el objetivo último de establecer el califato, además de aceptar el secreto de sus actividades y ejercer responsablemente en el desempeño de sus actividades dentro del grupo. Los miembros de Al Qaeda podían abandonar la organización cuando quisieran.25 El grupo se definía en sus orígenes como una entidad internacional y fuente de recursos para otras organizaciones yihadistas, principalmente en materia de entrenamiento militar y combate. En las décadas de los ochenta y noventa, cuando al Qaeda ya operaba abiertamente, hizo que sus alojamientos y campos de entrenamiento 22  Podría traducirse como “los seguidores de las prácticas correctas y la solidaridad dentro de la comunidad”. Este concepto aparece en el siglo IX, cuando la comunidad musulmana aún empezaba a definir sus diferencias políticas y teológicas. El concepto, en su sentido clásico, pretende ser inclusivo de todos los musulmanes, pudiendo estos no compartir la misma orientación religiosa. Aunque esta definición es empleada por numerosos grupos, yihadistas o no, hoy en día, pocos parecen entenderla en su sentido clásico. El Ahle Sunna Wal Jamaat (ASWJ) pakistaní, por ejemplo, es el nuevo nombre adoptado por el Sipah-e Sahaba Pakistan (SSP) tras su ilegalización. El ASWJ, al igual que el SSP, es una organización sectaria anti chií. 23  AFGP-2002-600048, disponible en http://www.ctc.usma.edu/posts/al-qaida-bylaws-english-translation. 24  LAHOUD, 2012, p.34. 25  Ibíd., 2012, p.39. En el tema del juramento de lealtad o bayat existe cierta controversia. La referencia de Lahoud se basa en la autobiografía de Fadil Harun. Abu Jandal, recluta de al Qaeda a finales de los ochenta, habla de la necesidad de realizar ese juramento, ver BERGEN, Peter, The Osama bin Laden I Know, Nueva York, Free Press, 2006, p.86. Por otra parte, Abdal Rashim al Nashiri, cerebro del ataque contra el USS Cole, se negó reiteradamente a jurar lealtad a bin Laden, sin que esto constituyera un impedimento para su integración en al Qaeda, BERGEN, 2006, p.252.


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