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53 Carlos Setas Vílchez ¿De qué hablamos cuando hablamos de Al Qaeda? Arabia Saudí. También se denunciaba la opresión e injusticias que los musulmanes sufrían a manos de la alianza judeo-cristiana o judeo-cruzada.31 En otro comunicado, a comienzos de 1998, anunciaba la formación del Frente Islámico Mundial y la yihad contra judíos y cruzados hasta su expulsión de las tierras del islam.32 En ambos casos las motivaciones dadas para justificar la yihad contra judíos y cristianos – nótese que parece existir equivalencia entre cristiano y americano en estas referencias – son de carácter más político que religioso. No expresan un odio contra los judíos y cristianos debido a diferencias religiosas; más bien, basado en argumentos provenientes de su percepción de la política internacional. Por otra parte, se ha tendido a presentar a Al Qaeda como una organización que odia a Occidente y los valores que proclama, como la libertad. El propio bin Laden salió al paso de esta interpretación con un comunicado,33 en el que ridiculizaba dichas asunciones y se preguntaba si acaso era cierto que Al Qaeda odiaba las libertades de Occidente, ¿por qué no había atacado Suecia? En este comunicado, aparecido en al Jazeera a finales de octubre de 2004, bin Laden reconocía por primera vez su responsabilidad por los ataques del 11-S y explicaba, en un discurso dirigido a la audiencia occidental, el porqué de los mismos. Una vez más se aprecian obvias motivaciones políticas teñidas de retórica religiosa. Al Qaeda surgió y se mantuvo como una especie de organización un tanto elitista, abierta a toda corriente ideológica dentro del Islam, sin consideraciones a barreras regionales o nacionales y con el objetivo de defender a la umma, reinstaurándola en el nivel de las glorias pasadas, situadas en un utópico e idealizado periodo califal. Los impedimentos para la consecución de sus objetivos se encontraron en la división del mundo musulmán, cuya unidad no podía ser conseguida mientras sus dirigentes siguieran en el poder. Al considerar que estos gobernantes contaban con el apoyo occidental, se identificó a Occidente como el enemigo que combatir. Paradigma del poder y la influencia occidental era EE. UU., la única superpotencia del momento. La seguridad de que la derrota de la Unión Soviética en Afganistán y su posterior desmembramiento fueron logrados por la yihad, llevó a Al Qaeda a considerar seriamente que podría doblegar a EE. UU. Los medios empleados en esta nueva yihad serían los propios del terrorismo. La falta de dogmatismo de Al Qaeda y su capacidad integradora de yihadistas provenientes de diversas nacionalidades diferenciaron a la organización de los demás grupos yihadistas. Además, le permitieron extender rápidamente una red de militantes en varias zonas del mundo. Por otra parte, su promoción de la yihad global, apoyando 31  LAWRENCE, Bruce (ed.), Messages to the world, the statements of Osama bin Laden, Londres, Verso, 2005, pp.23-30. 32  Ibíd., pp.58-62. 33  Ibíd., pp.238-244.


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