415 superiores, homenajeados en vida como combatientes y tras su muerte como mártires, representantes de los valores genuinos del Dáesh. Así, el propio movimiento deja claro que no hay Dáesh sin combatientes, lo que conduce a la definición del califato como «un edificio construido sobre las calaveras de los mártires»19. Con todo ello, desde el principio se despliega un imaginario de tipo épico y colectivo convertido en una tipología de interpelación que, coincidiendo con la explicación de Padierna, «hace referencia a las condiciones materiales de los sujetos a los que se dirige, propone soluciones a las mismas y articula una serie de ideales de plenitud que ofrecen motivaciones»20. En oposición a la degradación social a la que se ve sometida la umma en todos los rincones del mundo, el EI se propone como una alternativa a los Estados21 promocionándose como un sistema capaz de prestar servicios sociales e inclusión y en cuyo seno hay igualdad, seguridad y solidaridad, además de resaltar la igualdad en el acceso al sistema sanitario de los habitantes del califato y ofrecer programas formativos en enfermería y medicina tanto para hombres como para mujeres. Asimismo, el EI consigue articular un discurso antirracista al dejar claro que no existe lugar para la segregación racial dentro del islam22. Unirse a la hijra significa renunciar a la etnia, a la nación y a todos los lazos anteriores y sustituirlos por la lealtad exclusiva hacia la umma, dentro de la cual reina un total cosmopolitismo. En definitiva, lo que 19 Dáesh (2014d): Dabiq, 4. «The Failed Crusade», p. 6, duljiya de 1435. Disponible en http://media.clarionproject.org/files/islamic-state/islamic-state-isis-magazine-Issue-4-the-failedcrusade. pdf. El EI consigue mediante su discurso definir la hijra como una tarea redentora imbuyéndola de unos ideales y de unos valores morales ineludibles para cumplir con la obligación correctamente. La convierte así en un sacrificio desinteresado, en una misión que elimina automáticamente los pecados y la falta de fe del pasado a la vez que posibilita ser alguien y llevar a la práctica unos valores que hasta el momento solo los profetas habían logrado implementar (Dabiq, 3: 10). En definitiva, se articula la hijra como una especie de proyecto de cooperación internacional de tipo misionero, benéfico, que se sitúa por encima de toda aspiración vital alternativa, una oportunidad única de crear algo grande en una comunidad verdaderamente unida en la que, hombro con hombro y de igual a igual, todos luchan en nombre del islam. Los muhajirin se tornan así en unos valientes héroes desinteresados, en monjes guerreros, cooperantes internacionales islámicos que tienen la oportunidad de participar en una labor solidaria —y sagrada— para con la umma. Con todo ello, los beneficios económicos que ofrece el EI son claramente superiores a los de otros grupos yihadistas. MHIDI, A. y REVKIN, M. «Quitting ISIS: Why Syrians are Abandoning the Group», en Foreign Affairs. 2016. Consultado el 3 de febrero de 2017. Disponible en https://www.foreignaffairs.com/articles/syria/2016-05-01/quitting-isis). 20 PADIERNA, M.ª P. 2012, op. cit., p. 107. 21 Dáesh (2014e): Dabiq, 5. «Remaining and Expanding», p, 30, mujarrán de 1436. Disponible en http://media.clarionproject.org/files/islamic-state/isis-isil-islamic-state-magazine-issue-5-remaining-andexpanding. bie3 ůĚŝƐĐƵƌƐŽĚĞůƐƚĂĚŽ/ƐůĄŵŝĐŽ͗ĞůƉŽƉƵůŝƐŵŽĚĞKƌŝĞŶƚĞWƌſdžŝŵŽ ĂŶŝĞůZŽƐƐĞůůſZƵďŝŽ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϰϮͬϮϬϭϳ ϭϬ pdf. 22 Dáesh (2015b): Dabiq, 11. «From the Battle of al-Ahzab», p. 18, dulcada de 1436. Disponible en http://www.clarionproject.org/docs/Issue%2011%20-%20From%20the%20battle%20of%20Al- Ahzab%20to%20the%20war%20of%20coalitions.pdf.
BOLETIN IEEE 6
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