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754 contra el Gobierno angoleño, y Cuba y la URSS (sus aliados)24, así como también interviniendo en Zimbabue (la entonces Rodesia), en apoyo de un Gobierno de minoría blanca. No obstante, cuando la Guerra Fría tocaba a su fin, el Congreso de los EE.UU. cambió su parecer ante Sudáfrica y comenzó a imponer sanciones contra la misma25. Así, el régimen del apartheid, que tan solo había sobrevivido a su aislacionismo internacional gracias a su alineamiento en el bloque occidental durante la Guerra Fría, perdió esta baza con la caída de la URSS en 1991. Esto, unido a las enormes presiones por parte de la comunidad internacional y por una población civil en ebullición, hizo que el régimen del apartheid se desplomara en 1993. Ya no existía un enemigo soviético encubierto que conspiraba para desestabilizar Sudáfrica, sino un partido, el CNA, que buscaba poner fin al racismo institucional y la segregación, y se produjo la eclosión democrática. Así, la apertura democrática del país situó en el poder al CNA bajo el liderazgo de Nelson Mandela quien, tras veintisiete años de prisión, se erigió en líder político y moral del país. Desde el renacer democrático hasta hoy La transición democrática pacífica sudafricana, especialmente viniendo de un régimen tal como lo fue el del apartheid, supuso que Sudáfrica se revistiese de la autoridad moral que liderase África. Se llevó a cabo lo que ha sido denominado por muchos como «el excepcionalismo sudafricano», es decir, un proceso de transición excepcional a la igualdad racial y un declarado compromiso a la justicia tanto dentro de sus fronteras como en el exterior. Esto quedó reflejado desde un principio en numerosas manifestaciones, de las cuales creo conveniente destacar tres. Primero, la Carta de Libertades26 sudafricana dispone que «Sudáfrica pertenece a todos los que viven dentro de sus fronteras, negros y blancos»27. Segundo, el himno nacional de Sudáfrica, Nkosi Sikelel‘ iAfrika («Que Dios Bendiga a África»), señala el compromiso de Sudáfrica para con el resto del continente africano. Y tercero, tal y como se 24 La guerra de independencia angoleña se convirtió pronto en una guerra civil, caracterizada por su larga duración y la intervención directa de Cuba y Sudáfrica, así como de la URSS y EE. UU. indirectamente. 25 Sanciones que solo serían levantadas con el cumplimiento de cinco condiciones, incluyendo un calendario de eliminación de las leyes del apartheid y la liberación del prisionero político Nelson Mandela. 26 Oficialmente, la South African Freedom Charter de 1995. 27 Fragmento del preámbulo de la Carta de Libertades Sudafricana (1995). bie3 ^ƵĚĄĨƌŝĐĂ͕͎ƵŶƉĂşƐĂůĂĚĞƌŝǀĂĞŶĞůŶƵĞǀŽŽƌĚĞŶŵƵŶĚŝĂů͍ :ƵĂŶŶŐĞů^ŽƚŽ'ſŵĞnj ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϲϭͬϮϬϭϳ ϭϰ


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