>> Actividades DEDICADO AL C.L. D. BALTASAR QUEIJA VEGA “Los miembros de las Fuerzas Armadas se sentirán herederos y depositarios de la tradición militar española. El homenaje a los héroes que la forjaron y a todos los que entregaron su vida por España es un deber de gratitud y un motivo de estímulo para la continuación de su obra”. (Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, artículo 21). Minas de Riotinto es una localidad onubense cuyo nombre se asocia a la actividad minera desde la Edad del Bronce, una actividad que es el motor económico de la comarca. En este fabuloso entorno, un 26 de marzo del año 1900 nació un niño al que pusieron de nombre Baltasar, y de apellidos Queija Vega. Este muchacho, que pronto huyó de su tierra hacia Santa Cruz de Tenerife en busca de nuevas venturas con las que ganarse la vida, no es otro que el primer héroe que ha dado esta nuestra gloriosa Legión. “Alistaos al Tercio de Extranjeros”, rezaban muchos carteles de la época diseminados por todas las regiones del país. La campaña propagandística de la nueva unidad de reciente fundación del Ejército Español ofrecía unas suculentas condiciones a aquéllos que se alistaran en sus fi las. Tal vez fue esto lo que llevó a este joven onubense a fi rmar por cinco años en el Banderín de Enganche de Tenerife, un 9 de octubre de 1920. Desde allí fue enviado a Ceuta, donde fue encuadrado en la 6ª Compañía de la II Bandera. Días más tarde, lo encontramos junto a sus compañeros formando en los llanos del Tarahal para realizar la Primera Jura de Bandera de la historia del Tercio de Extranjeros. El 30 de diciembre, la unidad del ya legionario Queija Vega partió hacia el Fondak de Beni Hassan, al sur de Tetuán, donde comenzaron a realizar, entre otros servicios, la protección de las aguadas, tan necesarias en tierras africanas. Así llegamos al 7 de enero de 1921. Ese día, una escuadra guarnecía el Puesto Atrincherado nº 4, levantado para dar protección a un acuífero situado entre el campamento del Zoco el Arbaa y la kábila de Beni Hassan. Cerca de la medianoche, el puesto fue atacado por un grupo de rebeldes. Un telegrama dirigido al día siguiente por el Comandante Candeira, Jefe de la II Bandera, al Teniente Coronel Millán Astray resume bien el suceso: “A las 23.30 fue tiroteado puesto de trincheras 28 535 · II-2016 La Legión
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