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REVISTA HISTORIA MILITAR 119

MANUEL FERNÁNDEZ SILVESTRE: GESTACIÓN … 113 También insistía en su “gran pericia para el mando de tropas” y en su “sólida reputación y reconocida competencia” y calificaba su labor como “magnífica ... tanto en el orden político como en el militar”. Opinaba, por último, que sus últimas acciones no eran sino la “plena confirmación” de todo lo anterior48. En otras ocasiones se haría eco de la “gran habilidad” de su general49, lo calificaría como “honra del generalato español”50 y de “los grandes progresos alcanzados y el acierto de toda la gestión de estos últimos meses”51. Con posterioridad a la toma de Annual no hubo mucha actividad: el 22 de enero se tomó el moravo de Sidi-Mohamed Ben-Ab-al-lah; Yebel Uddia se tomó el 26 de enero; Sidi Dris se alcanzó el 12 de marzo en una operación que estaba autorizada desde el 2 de febrero, pero que se había retrasado52. La situación requería de la acción política sobre Tensaman y Beni Urriaguel, la escasez paralizaba cualquier intento de mejorar las comunicaciones y el hambre se cebaba con la población rifeña en un invierno especialmente crudo. El célebre y muy inteligente coronel Morales escribió en aquellos días de febrero un resumen de los últimos avances para Silvestre, incluyendo el que alcanzó Yebel Uddia el 27 de enero. El 22 de noviembre lo leía Eza como exministro ante las Cortes. En él se hacía referencia a la conveniencia de sostener la línea tal y como había quedado establecida, situándose en su límite de elasticidad, concepto que había de ser afortunado años después y que en algunos casos ha servido de refuerzo a la tesis del Silvestre más insurrecto. Pero ¿acaso no se hizo caso de la advertencia de Morales? ¿Qué otro avance tuvo lugar si no fue el de Abarrán, que caracterizaremos más adelante? Pero Silvestre estaba, por entonces, enfrascado en otra guerra, esta vez contra la miseria. Había más problemas: los rifeños pasaban hambre en ese invierno desértico y eventualmente torrencial. Muchas opiniones apuntan a la insensibilidad de Silvestre hacia los rifeños. Según Ruiz Albéniz, el general trataba al rifeño como “miserable, harapiento”, como “‘gentuza’ a la que según él convenía tratar ‘con la punta de la bota’”53. También recoge una anécdota según la cual Silvestre habría golpeado duramente a Abd el Krim, pero que no tiene demasiada veracidad. Sí está documentado que, en ese invierno, Silvestre escribió estas palabras, que transmiten una idea del Protectorado muy cercana a las dinámicas desarrolladas en la vecina zona francesa: 48  Ídem. 49  Ibídem, pp. 42-43 y 258. 50  PANDO DESPIERTO, Juan: op. cit., p. 109. 51  MARICHALAR Y MONREAL, Luis: op. cit., p. 259. 52  BERENGUER FUSTÉ, Dámaso: op. cit., p. 17. 53  RUIZ ALBÉNIZ, Víctor: op. cit., pp. 205-206. Revista de Historia Militar, 119 (2016), pp. 113-132. ISSN: 0482-5748


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