152 SOLEDAD CID GONZÁLEZ decoró con la gran cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III y una encomienda en la de Santiago, a la que pertenecía desde 175458. El 8 de julio de 1794, siendo virrey y capitán general del reino de Navarra, sucedió al teniente general Ventura Caro en el mando del ejército de campaña del propio reino y de la provincia de Guipúzcoa59. En esta campaña ocurrieron las acciones del valle de Baztán, la retirada de Irún y la de Tolosa, que mandó en persona, conteniendo a los franceses y haciéndoles varios prisioneros. Con el avance de los franceses, San Sebastián, Fuenterrabía y Vergara cayeron. El 4 de diciembre de 1808 se fugó de Madrid. De Sevilla pasó a Málaga, donde en febrero de 1809 se hallaba enfermo. Habiendo pasado los enemigos a esta ciudad, tuvo que embarcarse forzosamente, sufriendo un temporal que llevó el buque de su transporte hasta Almería. Gravemente enfermo y con su equipaje perdido permaneció un tiempo hasta que se dirigió por Murcia a la plaza de Alicante, en donde sirvió con sus conocimientos en las ocasiones que se aproximaron los franceses y, en particular, en el año 1812 en que intentaron la rendición. Colomera formó parte de la Junta Militar en la que se ofreció a mandar el punto de mayor riesgo60. Con el regreso de Fernando VII y ya en Madrid, en 1815 recibió la gran cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. Desde el 18 de enero de 1817 estuvo al mando de la compañía de la Guardia de Alabarderos hasta su fallecimiento. Álvarez de Sotomayor falleció en Madrid el 9 de septiembre de 1819, a las seis de la mañana, cuando contaba los 95 años de edad. De su matrimonio con Teresa Javiera Cepeda61 no dejó sucesión, por lo que, a su fallecimiento, le sucedió como II conde de Colomera su sobrino nieto Carlos Luis Álvarez de Sotomayor y Melgarejo62. 58 Fue comendador en ella de la Puebla de Sancho Pérez. TRIANO DE PARADA, José J.: Exposición genealógica, y cronológica de los Caballeros Curados de Lucena: sus distinciones, empleos y enlaces. En la Oficina de Benito de Daza, Écija, 1783, p. 71. “Tan buenos y dilatados servicios merecieron que el rey le concediese la gran cruz de Carlos III cuya merced le fue conferida por Real decreto de 3 de Enero de 1783, aprobándosele en 16 de Abril del mismo año las pruebas de nobleza que para poder obtenerla presentó. Igualmente se le otorgó una importante encomienda en la orden de Santiago, a la que pertenecía desde 1754”. DOMÍNGUEZ ARÉVALO, Tomás: “Virreyes de Navarra. El Conde de Colomera”, en Boletín de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, 1915, pp. 71-76. 59 “Sin embargo Colomera se encargó del mando en condiciones poco favorables. Cincuenta y siete mil hombres componían el ejército francés en aquella frontera y solo disponía él de veintidós mil”. DOMÍNGUEZ ARÉVALO, Tomás: Ibídem, pp. 71-76. 60 “Prueba y buen testimonio de su amor al Rey, constancia y fidelidad por la justa causa, que tan felizmente ha defendido la Nación Española, logrando verse libre de sus enemigos y en su trono a su amado y legítimo Soberano D. Fernando séptimo”. AGMS 1ª A, 871. 61 MONTERO HERRERO, Emilio: op. cit., p. 674. 62 MARTÍN-LANUZA MARTÍNEZ, Alberto: Diccionario biográfico del generalato español: reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833). Foro para el estudio de la Historia Militar de España. Villatuerta, Navarra, 2012, pp. 42-43. Revista de Historia Militar, 119 (2016), pp. 152-174. ISSN: 0482-5748
REVISTA HISTORIA MILITAR 119
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