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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 132

JOSÉ ANDRÉS ÁLVARO OCÁRIZ en 1471, los vascos defendieron los intereses de la princesa Isabel I de Trastámara en la sucesión al trono de Castilla, a la muerte de Enrique IV, en contra de los de juana la Beltraneja. Esta última estaba vinculada al reino vecino, en cuanto hija de juana de Portugal —reina consorte de Castilla por su matrimonio con Enrique— y nieta del rey luso Eduardo I. En cambio, Isabel I vinculó el reino de Castilla a la Corona de Aragón mediante su matrimonio con Fernando, príncipe de Aragón y rey de Sicilia. Este choque de intereses dinásticos dio origen a la guerra de sucesión castellana. Ese mismo año, en uno de los episodios de este conflicto, el duque de Medina Sidonia organizó la defensa de Sevilla contra el bloqueo a que la sometía la escuadra del marqués de Cádiz, que intentaba impedir la llegada de mantenimientos a la ciudad hispalense. Para ello contó con una flota de dos galeras y de dos naos vizcaínas al servicio del rey. Las embarcaciones vascas estaban mandadas por juan Beltrán y juan Pérez de Uriste. La nao de Beltrán embarcaba 96 hombres y ganaba de flete 25.000 maravedíes mensuales. Sus 58 hombres de armas percibían 600 maravedíes al mes; los 23 ballesteros, 400; los 7 grumetes, 300, y los 6 pajes, 200. El piloto ganaba 2.500, y el maestre, 3.000. A los gastos de personal se sumaban los de material (siete docenas de tablas para el tillado, tres quintales de sebo y candelas, 20 varas de lienzo para manteles) y los de mantenimientos (120 quintales de bizcocho, más pan, vino y carne, que se servía alguno que otro día). La crisis sucesoria en Castilla derivó en una guerra con Portugal, por lo que la actividad militar y la participación de vascongados en la contienda aumentó. ya en 1475, el doctor Lillo armó la nao de juan de Bermeo, en la que gastó 53.560 maravedíes, más otros 26.000 en 20 botas de vino, 20.560 en bizcocho y 3.000 en pólvora. y en 1476 se reunió una flota defensora de la causa de Isabel de Castilla, formada por naves castellanas y aragonesas y las naos vascas de Salazar y Ortún Pérez de Gaviola, junto a la nao Zumaya, de la misma procedencia y capitaneada por juan Martínez de Mendaro. Esta flota combatió en aguas del Estrecho contra la armada lusogenovesa. El resultado fue la captura y destrucción de varias embarcaciones enemigas. Antes de su partida, en abril o mayo de 1476, las tres naos vascas participaron en el combate del Estrecho contra ciertas naves portuguesas capitaneadas por la Borralla. Este episodio está recogido en las crónicas de Palencia y Valera. El primero presenta a la Zumaya, capitaneada por juan Martínez de Mendaro, como de igual tamaño que la Borralla y señala que embarcaba 300 hombres. De las otras dos naos vizcaínas señaló que eran más pequeñas pero muy veloces, y destacó además la capacidad de fuego de sus bombardas. En el combate intervinieron cuatro o cinco galeras portuguesas, que auxiliadas por algunas pequeñas carabelas de igual procedencia hicieron frente a las 6 galeras, 3 naos y 5 carabelas del lado castellano, aunque del relato del enfrentamiento parece desprenderse un número menor. El resultado fue, según este autor, la captura de dos embarcaciones portuguesas (más otra genovesa) y la destrucción de otras dos. 80 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 132


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