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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 132

JOSÉ ANDRÉS ÁLVARO OCÁRIZ se rebela contra el rey de Aragón, quien manda a Navarro sofocar el levantamiento. Este venció en 1507 al señor de Belmonte en Burgos, al duque de Nájera y al conde de Treviño en la Rioja, y les obligó a prestar obediencia al rey aragonés. En 1508 inicia las campañas en las costas africanas como capitán general y toma el peñón de Vélez de la Gomera. Al año siguiente acompañó al cardenal Cisneros en calidad de lugarteniente a la toma de Orán. En 1510 tomó Bugía y la fortificó; el 24 de julio del mismo año conquistó Trípoli y Túnez, aunque fracasó al intentar someter la isla de Los Gelves. En 1512, la liga formada por España, Venecia y los Estados Pontificios declaraba la guerra al rey de Francia. Navarro fue nombrado capitán general de la infantería española, bajo las órdenes de Ramón Cardona y Requesens, gobernador de Nápoles y virrey de Sicilia. El 2 de abril de 1512 tuvo lugar el encuentro en Ravena, en lo que constituyó una de las batallas más sangrientas de la guerra. Las tropas aliadas fueron derrotadas por los franceses, al mando de Gastón de Foix. El virrey huyó y el lugarteniente de la caballería, Colonna, fue hecho prisionero. Navarro intentó reservar la infantería hasta el último momento, pero se vio obligado a emprender la retirada, durante la cual fue herido y fue apresado por los franceses. El rescate exigido para su liberación por su captor, el caballero de Labrit, fue de 20.000 escudos, y la corona española se negó a pagarlo. Permaneció durante tres años preso, hasta que Francisco I de Francia pagó el rescate y lo incorporó a sus tropas, de las que le nombró general. Navarro comunicó a Fernando el Católico la decisión de servir a la bandera francesa, devolvió el condado de Oliveto, que pasaría a manos del virrey Cardona, y renunció a la patente de general español. Intervino en las campañas italianas de Francisco I. Tomó Milán y puso sitio a la ciudad de Brescia, que defendida por españoles, tardó seis meses en rendirse. Desde la paz de Noyon (1516) entre Francisco I y Carlos V permanece ajeno a actividades bélicas hasta que, en 1522, lucha en Italia en auxilio del almirante Lautrec contra las fuerzas españolas. El rey francés envía a Navarro con refuerzos a Génova, donde sería hecho prisionero por segunda vez (1523). Puesto en libertad tras del tratado de Madrid de 1526, al formarse una nueva Liga compuesta por el Papa, Venecia, el duque de Milán y Francia contra el emperador Carlos V, se incorpora a las filas de Francisco I. Tiene el mando de diecisiete galeras francesas que habían de combatir junto a catorce venecianas y seis pontificias, dirigidas estas por Andrea Doria. La escuadra conquistó Savona y atacó Génova. En enero de 1528, al frente de las tropas francesas, tomó Melfi, Rocca y Ventosa y consiguió cercar al ejército imperial en Nápoles. El sitio se prolongó durante varios meses sin que los cercados se decidieran a rendirse. La situación para los sitiadores comenzó a agravarse con un brote epidémico que diezmó considerablemente sus filas. Finalmente tuvieron que retirarse. 88 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 132


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