de organización de los pensamientos para construir frases, y un hemisferio derecho que nos ayuda a experimentar las emociones y a interpretar las señales no verbales. También se descubrió el conocido como «cerebro reptil», que permite actuar intuitivamente y tomar decisiones relacionadas con la supervivencia en milésimas de segundo; es el más rápido. Parte del interés de estos estudios radicaba en diferenciar las habilidades que nacían de los distintos hemisferios del cerebro y conocer más sobre las conductas o los problemas de la adaptación al cambio, entre otras cosas. El interés sobre las situaciones «extremas» también ha sido tocado por la ciencia y sabemos que es la mente la que, ante una situación en que la vida corre peligro, mediante ese cerebro reptiliano limita radicalmente la variedad y cantidad de información que tenemos disponible, realiza un filtro y prioriza lo que realmente es importante y pone en peligro nuestra vida. Son tantas las fuentes Pigmalión rezando a Venus para que dé vida a su estatua. Cuadro de Jean-Baptiste Regnault 52 REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016 de información que podemos recibir que el cuerpo empieza a desconectar según la situación; así, se valora que a partir de las 145 pulsaciones empezamos a discriminar información de manera importante y por encima de las 175 el proceso cognitivo se ve afectado de lleno4. LA QUÍMICA En los procesos cognitivos el cerebro, con sus flujos químicos, se mantiene como el responsable de todo lo que percibimos, sabiendo que la naturaleza pensante interpreta la realidad a través de nuestros sentidos, y así «no nos afecta lo que nos sucede realmente, sino lo que nos decimos o pensamos acerca de que nos sucede», por lo que es inevitable el papel que juegan las percepciones. El conocido como «efecto pigmalión»5, muy relacionado con la gestión de expectativas, y la influencia de las previsiones sobre quienes tenemos algún ascendente (como los padres con los hijos
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909
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