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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 135

los más sabios, al menos lo suficientemente doctos en todas las ciencias para pasar sin el concurso ni las lecciones de los demás, y su ciencia, por el solo hecho de ser francesa, la anteponen a todas las otras manifestaciones de la ciencia de los demás, como si la verdadera ciencia no fuera una sola y única para todos, como no es ni puede ser más que sola y una la verdad, por eso, a primera vista, se han conocido y se conocen con más aún en la actualidad los buques de creación francesa, en los cuales a despecho de todos los resultados de los cálculos dominan las líneas barrocas pesadas y siempre curvas; las modificaciones son siempre exageradas, acusadas de tal modo como si se temiera no la pudiera notar nadie» (4). Monleón hará extensivo este escrutinio estético de los buques contemporáneos a las fragatas que combatieron en El Callao (5), a las caracteriza en estos elogiosos términos: «… todos eran barcos poderosos, veleros de fáciles evoluciones, majestuosos a la vela, graciosos a palo seco y que brillantemente se portaron en el memorable combate del Callao en 1866 exponiendo sus frágiles costados de madera a los terribles fuegos de reductos y baterías blindadas» (6). Don Rafael subraya que fue en esta época cuando la arquitectura naval alcanzó su cumbre en cuanto a elegancia y belleza, con juicios en los que se hermana la penetrante y delicada mirada del artista con el genio del marino de raza: «… que en todo su valor el poderoso auxilio de las máquinas de vapor no podía sin embargo relegar al olvido práctico la maniobra y el empleo del velamen en los que se habían educado y que tanto apasiona a los hombres de mar» (7). Las acuarelas y dibujos que componen el citado Apéndice son una delicia para el amigo del arte y para el enamorado de los buques, Apéndice que se puede leer casi como una novela gráfica sobre la evolución del buque de vapor, plasmada en un estilo directo en el que palpita a un tiempo la pasión del artista y la del marino. Se compone de dos partes. La primera se titula «Barcos de vapor y marina militar contemporánea», y la segunda, «Barcos de vapor, 2.ª parte. Nomenclatura». Se añaden además dos hojas correspondientes a las letras a y b, únicas que el autor pudo escribir antes de su fallecimiento. La primera parte consta de 36 páginas, enmarcadas y numeradas, de 35,1 x 24,3 centímetros. Veinticuatro de ellas van acompañadas en su parte superior de una lámina a la acuarela de 12 cm x 19,5 cm, y de un texto donde el autor repasa la evolución histórica de la aplicación del vapor (4)  del texto de la parte primera del apéndice. (5)  Combate que él recreó en un hermoso cuadro descriptivo que se expone en el Museo naval de Madrid, y en otro similar que puede admirarse en la escuela de Guerra naval. (6)  del texto de la parte primera del apéndice. (7)  ibídem. 12 SUPLEMENTO N.º 24 A LA REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 135


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