Page 118

REVISTA DE HISTORIA NAVAL 135

LLAMAMOS barco de vapor o simplemente vapores a aquellas embarcaciones, cualquiera que sea su tamaño, cuyo principal o único medio de propulsión es producido por una máquina de vapor que lleva a su bordo. Aunque el simple apelativo vapor no sea muy exacto y apropiado, puesto que en realidad no se determina por este vocablo precisamente el vapor de agua, ni se especifica tampoco en qué condiciones se emplea, es lo cierto que se ha hecho el término más común en español, portugués y francés para designar la clase de embarcaciones de que tratamos y que todo el mundo ha aceptado, si bien se emplea también muy frecuentemente la voz inglesa Steamer que propiamente significa generador o productor de vapor. En italiano se le da el nombre muy apropiado Piroscaffo, del griego piro (fuego) y caffo (barco); barco de fuego, porque sin éste no se podría producir el vapor de agua, aunque también se dice muchas veces en lenguaje vulgar Vapore, así es que en la actualidad con este simple vocablo o su equivalente vapor o Vapeur todo el mundo sabe lo que se quiere significar y aun a veces se suprime del todo este apelativo diciendo solamente navío o fragata de hélice, barco de ruedas, para expresar que son embarcaciones que se mueven por medio de uno u otro sistema. Así pues seguiremos la corriente general llamando simplemente «vapores» a todos aquellos barcos que usan este elemento como fuerza impulsora y que no tengan un carácter especial o una denominación concreta y particular como son las pertenecientes a la marina militar. No es ocasión de hacer aquí la historia detallada de la aplicación de las máquinas de vapor a la propulsión de las embarcaciones, siendo como es esta obra dedicada especialmente a describir y hacer conocer sencillamente las formas generales y particularmente exteriores de las construcciones navales, pero parece por lo menos curioso apuntar por su orden cronológico algunos datos remitiendo al lector que desee más precisiones a obras especializadas que fácilmente podrá hallar y a otras tan popularizadas como L’ Enciclopedie moderne de Scon Salanne, La Enciclopedia moderna (Diccionario & & de Francisco Mellado, el Diccionario Larrouse &&, de las cuales entresacamos los siguientes datos ilustrándolos con todos los dibujos que hemos podido obtener, ya publicados en libros y estampas, ya dibujados directamente de los modelos corpóreos que hemos examinado en los museos de Glasgow, Londres, París y Madrid. Descartando la leyenda que atribuye al español Blasco de Garay el primer intento de aplicación de las máquinas de vapor a la propulsión hacia los años 1500, empezamos tomando como el primero y más antiguo ensayo, el realizado en el año de 1707 por el célebre Jaspin el que no obtuvo ningún resultado. En 1736 un segundo intento debido al inglés Jonathan Hulls con un aparato de su invención cuya descripción ilustrada publicó él mismo en un AÑO 2016, SUPLEMENTO N.º 24 A LA REVISTA DE HISTORIA NAVAL. Núm. 135 19


REVISTA DE HISTORIA NAVAL 135
To see the actual publication please follow the link above