Page 58

REVISTA DE SANIDAD FAS ABRIL JUN 2017

El Dr. D. Franco García Bragado, el médico militar que modernizó la cirugía en Huesca Sanid. mil. 2017; 73 (2)  133 dimiento económico sin la fiscalización de la Diputación. De forma que adquirió un terreno en 1929 y el 25 de agosto de 1931 se inauguró una clínica dedicada a la cirugía y a la traumatología con quirófano y zona de hospitalización18. En lo relativo al personal, D. Franco consiguió que el colegio de Santa Ana le cediera a cinco Hijas de la Caridad para encargarse de todo lo concerniente a la hospitalización. Además, le ayudaron el Dr. Luis Coarasa, los practicantes Santos Maestro y Macario Recreo, y como enfermera contrató a Isabel Zamora. Para conocer cómo era la distribución de la clínica, se puede consultar el trabajo de Lucía Broto Las casas del Parque, según el cual la fachada principal tiene miradores poligonales, con dos alturas y semisótano, y en la parte lateral y posterior galerías acristaladas. Disponía de una escalera de uso profesional y otra para su vivienda. El semisótano se utilizó como garaje, almacén y cuarto para instalaciones. La distribución era la siguiente, en la planta baja estaba la sala de espera, despacho, sala de curas, Rx., laboratorio de revelado, dormitorio de servicio, cocina, comedor y sala de visitas, mientras que en la segunda planta había un cuarto de esterilización, quirófano, dormitorio de la enfermera, baños, cuatro cuartos para el ingreso de pacientes y las habitaciones de la comunidad de hermanas19. Durante la Guerra civil fue bombardeada, por lo que hubo que reedificarla y siguió funcionando hasta la jubilación del Dr. García Bragado, momento en el que su hija la dedicó a la asistencia de partos. Finalmente, la clausuró y se la vendió a la Diputación Provincial. Rosa María publicó una nota en la prensa, informando de que las historias clínicas estaban a disposición de los interesados, acudiendo muchas personas, entre las que había algunos republicanos operados, que pudieron así realizar reclamaciones económicas20. La 2.ª República española y sus medidas sanitarias Si la relación de D. Franco con la Diputación Provincial nunca había sido buena, con los nuevos gestores republicanos empeoró. Según refiere en sus memorias «El trabajo se complicó con la intervención de los “jabalíes”; todos los días tenía que ir a la Diputación a pedir que no metieran en la cárcel a la Hermana Catalina, porque había rezado el rosario, o a otra hermana porque obligaba a los enfermos a que se confesaran»21. Pero las nuevas autoridades querían modernizar el país y los dos elementos clave eran la educación y la sanidad pública. El Gobierno republicano pretendía poner en marcha un programa sanitario que disminuyera la morbimortalidad y mejorara el precario estado sanitario, financiándolo con los Presupuestos Generales del Estado, para lo cual se crearon nuevas estructuras e instituciones en la Dirección General de Sanidad y, además, intentó mejorar la formación de los sanitarios. En lo relativo a medicina preventiva se publicó la Orden Ministerial (O. M.) de 22 de abril de 1932, que creaba 15 centros secundarios de higiene rural y en lo concerniente a los servicios provinciales de higiene infantil, se publicó la O. M. de 30 de marzo de 1933, aunque la principal aportación fue la Ley de Bases de Régimen Sanitario de 11 de julio de 1934 para mejorar la organización de los servicios sanitarios de municipios y diputaciones22. Posteriormente, en 1936 se publicó la O. M. de 13 de febrero, reorganizando los Centros secundarios y primarios de Higiene Rural, que eran los primeros eslabones de la cadena. Y, por último, creó el Ministerio de Trabajo, Sanidad y Previsión Social, al frente del cual estuvo Federica Montseny23. D. Franco consideraba a aquellas autoridades «republicanos de toda la vida, gente de bien y con ganas de trabajar», por lo que retomó la idea de construir un nuevo hospital, contando con la buena disposición del Presidente de la Diputación, Juan Ferrer, y con el arquitecto de la Diputación, José Luis de León, diseñaron el nuevo centro hospitalario. En 1930 se aprobó la construcción y en 1932 se adquirió un terreno para el hospital y un pabellón de tuberculosos con galerías para que los pacientes tomaran baños de sol, ya que como todavía no se habían descubierto ni la penicilina ni la estreptomicina, el tratamiento de las pleuresías purulentas, osteomielitis y las tuberculosis quirúrgicas, se trataban como se podía. Las obras comenzando en 1932, pero quedaron interrumpidas por la guerra civil. Actualización profesional del Dr. García Bragado El Dr. García Bragado mantuvo siempre muy buenas relaciones con el hospital de Valdecilla gracias a un antiguo compañero de la Armada y en septiembre solía desplazarse veinte días al mencionado hospital, donde aprendió nuevas técnicas con los cirujanos García Barón y González Aguilar. Por otra parte, cuando se casó con Rosa Lacarte Garasa en 1935, planeó un viaje de novios y a la vez de estudio. En Viena conoció al Dr. Hans Finsterer, que «operaba con una delicadeza y una meticu- Figura 6.  A la derecha se ve la Clínica del Dr. García Bragado, junto a la entrada del parque. Colección García-Bragado Lacarte. Figura 7.  Quirófano de la Clínica García Bragado. Colección García Bragado Lacarte.


REVISTA DE SANIDAD FAS ABRIL JUN 2017
To see the actual publication please follow the link above