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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 137

UNA FRAGATA DE LA REAL COMPAÑÍA DE FILIPINAS EN EL OCASO DE UN .... 30 de agosto, se señalaba lo mismo, e incluso se añadía que habría sido expedida «a principios de este año de no haber sobrevenido la guerra» (23). Y es que la botadura de la Santo Domingo, celebrada el 10 de junio (24), no había podido llegar en peor momento, pese a la algarabía de la ceremonia, que contó con la «presencia de un numeroso y lucido concurso del General, Jefes militares, políticos y otras personas visibles» (25). Desde la firma del tratado de San Ildefonso entre España y Francia el 18 de agosto de 1796, las relaciones con Inglaterra habían desembocado en conflicto armado, con el bloqueo de los puertos peninsulares por parte de la flota británica. El futuro del bajel parecía sombrío. Santo Domingo de la Calzada ¿marinero? La elección del nombre Uno de los pocos enigmas cuya resolución nos ha sido imposible con los datos de que disponemos a día de hoy es la causa de la elección de un nombre tan poco marinero como el del santo riojano (26). Santo Domingo fue, sin ningún género de duda, un santo popular en el contexto del Camino de Santiago, particularmente en el medievo, pero no entre los marinos. Únicamente uno de sus milagros tiene algún tipo de nexo con el mar: la salvación de 12 pescadores en 1593 de una terrible tempestad (27). No parece que un milagro menor y apenas conocido de los muchos atribuidos al santo justifique por sí solo que toda una embarcación de la Real Compañía de Filipinas se pusiera bajo su advocación. tampoco hay constancia de que en Guipúzcoa se rindiera culto al santo. La región pertenecía, de hecho, a la diócesis de Pamplona, así que tampoco el copatronazgo que ejerce en la diócesis de Calahorra-La Calzada sería una pista al respecto. Para complicar las cosas, en España existía la costumbre de otorgar un segundo apelativo suplente a las embarcaciones: el alias. A la Santo Domingo de la Calzada se le asignó por sobrenombre el de Príncipe de la Paz, el rimbombante título con el que se había premiado a Godoy tras la firma del tratado de Basilea en 1795. Apuntaba alto la Compañía de Filipinas. Desde (23)  Archivo General de Indias (AGI), Filipinas 989B. Junta General de Accionistas de la Compañía de Filipinas, 30 de agosto de 1797. (24)  AGMAB, Compañía de Filipinas 7188. «Antes de ayer sábado 10 del corriente se botó felizmente al agua en el puerto de Pasajes una fragata de 750 toneladas construida por cuenta de la Compañía de Filipinas con el nombre de Santo Domingo de la Calzada». (25)  AHN, Estado 3208, exp. 343. Directores de la Compañía a Godoy, 16 de junio de 1797. (26)  La onomástica naval no era cuestión baladí entonces, ni lo es en la actualidad. vILAR PACHECHO, J.M.: «Onomástica naval: los buques de la Armada española», en Actes del xxxII Col-loqui de la Societat d’Onomàstica a Algemesí, 2005. Butlletí Interior, núm. 108-109, 2008, pp. 573-587. (27)  GONZáLEZ DE tEJADA, J.: Historia de Santo Domingo de la Calzada. Abraham de La Rioja, Madrid, 1702, p. 262. Año 2017 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 85


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