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REVISTA GENERAL DE MARINA JUN 2017

PAÑOL DEL ESPAÑOL connotación distinta de la primera, porque dentro de ella se puede encuadrar también un sacerdote pagano, entendiendo como pagano lo que dice su segundo registro del DRAE: 1. adj. Que no es cristiano ni de ninguna de las otras grandes religiones monoteístas. Especialmente referido a los antiguos griegos y romanos. Lumbrera Otra palabra polisémica es lumbrera, pero, ¿se puede decir, como tantas veces se escucha, «este sargento o ese marinero es un lumbrera» empleando el término en masculino y dando a entender que es muy inteligente? La respuesta es no. Rotundamente. Copio los ocho significados que figuran en el DRAE y, de nuevo, apelo a la paciencia del lector pidiéndole que observe que en todos aparece la abreviatura f. Del lat. luminaria, pl. de lumināre «lo que alumbra». 1. f. Cuerpo que despide luz. 2. f. Abertura, tronera o caño que desde el techo de una habitación, o desde la bóveda de una galería, comunica con el exterior y proporciona luz o ventilación. 3. f. Persona que brilla por su inteligencia y conocimientos excepcionales. 4. f. Abertura que hay junto al hierro de los cepillos de carpintero, para que por ella salgan las virutas. 5. f. Mar. Escotilla, generalmente con cubierta de cristales, cuyo objeto casi único es proporcionar luz y ventilación a determinados lugares del buque y principalmente a las cámaras. 6. f. Mec. Abertura en la pared del cilindro de un motor de combustión interna de dos tiempos para el paso de gases. 7. f. desus. Utensilio para dar luz. 8. f. pl. ojos. Por lo tanto, según la tercera acepción, una persona puede ser una lumbrera (no un lumbrera). Pero, ¿los marinos estamos de acuerdo con el quinto significado, sobre todo en lo concerniente a que una lumbera tiene generalmente cristales? No lo sé. Tampoco me gusta mucho el sexto significado. En este sentido he detectado que, cuando el DRAE explica términos técnicos, la calidad del significado que proporciona no pocas veces adolece de rigor. Para este asunto también tengo una opinión: lo mejor sería no explicitar demasiado. Por ejemplo, si en la quinta acepción de lumbrera quitáramos lo de los cristales y también la parte que habla de las cámaras, es decir, dejáramos solo «Escotilla cuyo objeto casi único es proporcionar luz y ventilación a determinados lugares del buque», muchos nos quedaríamos satisfechos, ¿verdad? Por cierto, hablando de ser tan explícito, también suprimiría lo que dice el DRAE al final de la segunda acepción de sacerdote o sacerdotisa cuando la matiza con la siguiente frase: «Especialmente referido a los antiguos griegos y romanos». Porque, puestos a nombrar, por qué no cita a los sacerdotes y sacerdotisas del antiguo Egipto, por ejemplo. Doblar papel Como prometí al principio, voy a desvelar la sorpresa que me llevé cuando me puse a indagar sobre hacer unos cuantos dobleces (preferentemente en masculino) con una hoja de papel. Supongamos que el espesor de esa hoja es de 0,1 milímetros (mm). Le ruego al lector que se haga con una y la doble por la mitad: su espesor será de 2 x 0,1 = 0,2 mm. Vuélvalo a hacer para conseguir un espesor de 2 x 2 x 0,1 = 22 x 0,1 = 0, 4 mm. Otra vez… y ya van tres, por tanto, su espesor será: 23 x 0,1 = 0, 8 mm. Y así sucesivamente. Cuando la haya doblado n veces, el espesor será de 2n x 0,1 mm, ¿verdad? La distancia entre la Tierra y la Luna es 384.440 kilómetros, y para expresarla en milímetros hay que multiplicarla por 106. Paciencia, paciencia… no me estoy yendo por los cerros de Úbeda, porque lo que pretendo es calcular cuántas veces debemos doblar esa hoja de papel para que su espesor alcance la Luna. Basta determinar n en la siguiente igualdad: 2n x 0,1 = 384440 x 106. La solución es n = 42. Solo 42 veces, ¡42 veces!, hay que doblar esa hoja de papel para que su espesor sea igual a la distancia que separa a la Tierra de la Luna. Pero, si todavía no se ha sorprendido con este resultado, quizás lo consiga cuando le diga que con tan solo 52 dobleces alcanzará el Sol; con 70 llegará a Alfa Centauro, una estrella que se encuentra a cuatro años luz de 2017 959


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