TEMAS GENERALES — La aparente participación de altos funcionarios y líderes políticos. Varias fuentes sostienen que estaba prevista la intervención del secretario de Defensa Caspar Weinberger, el jefe de la Junta de jefes de Estado Mayor John Vessey, el presidente del Consejo de Seguridad Nacional Robert McFarlane o apariciones puntuales del presidente Ronald Reagan y del vicepresidente George Bush. Y posiblemente contó con la presencia de Margaret Thatcher y Helmut Kohl (16). — El volumen de fuerzas. En AUTUMN FORGE 83 participaron más de 40.000 efectivos en toda la línea de frente y se desplegaron —en el marco de las maniobras REFORGER para proyectar unidades terrestres a Alemania— 16.044 soldados estadounidenses en 170 vuelos trasatlánticos realizados en silencio radio. Estas fuerzas no solo se mantuvieron movilizadas durante el ABLE ARCHER, sino que se ensayó el transporte de armas nucleares simuladas de los polvorines a las bases y su montaje en aviones (17). — El nivel de alerta. Al simular una escalada bélica que culminaba con el lanzamiento de un ataque nuclear, los estados mayores y las fuerzas participantes en el ejercicio pasaron por todas las fases de alerta (desde alistamiento normal hasta movilización general), mientras los mandos ensayaban los procedimientos para autorizar y lanzar un ataque atómico (incluyendo la constitución de cuarteles provisionales, reuniones del Grupo de Planes Nucleares o consultas entre Londres y Washington). Asimismo, las bases estadounidenses también reforzaron su seguridad a raíz de los atentados del 23 de octubre contra un cuartel franco-americano en Beirut. — El tipo de mensajes. En el ABLE ARCHER 83 no solo se introdujo un nuevo estándar de cifrado para las comunicaciones militares y la movilización de las unidades se realizó bajo silencio radio, sino que las misiones simuladas de los bombarderos se definían como ataques (strikes). — Las comunicaciones entre Washington y Londres. En el ejercicio se pusieron en práctica nuevos procedimientos para lanzar armas nucleares que requerían consultas políticas entre las dos potencias atómicas aliadas. Además, en las semanas previas a su celebración, el volumen (16) No obstante, mientras el relato aliado sostiene que solamente participó personal militar británico y estadounidense, el último informe desclasificado argumenta que el programa se cambió antes de iniciar el ejercicio por las controversias que podría suscitar la presencia de estas personalidades. Ello podría sugerir que Washington y Londres eran conscientes de los temores del Kremlin y no pretendían alarmarlo más. (17) No obstante, la OTAN reitera que se trataba de un ejercicio de mando tipo table top, por lo que no existió ningún despliegue de fuerzas. Sin embargo, los acontecimientos y la evaluación del AUTUMN FORGE 83 sugieren lo contrario. 882 Junio
REVISTA GENERAL DE MARINA JUN 2017
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