Page 88

REVISTA HISTORIA NAVAL 138

ANTONIO TOLL Y BERNARDET: ¿CORSARIO O COMERCIANTE? EL NACIMIENTO... libertad y consolidada independencia», junto a nombres como David Jewett, Tomás Taylor, Guillermo Brown e Hipólito Bouchard. Laurio Destéfani, en sus múltiples escritos, coincide en que Toll no fue un corsario, sino que desempeñó una misión mercante, argumentando que no realizó presas y que saludó protocolariamente a varios buques que se cruzaron en su camino. Humberto Burzio expuso brevemente, en su Historia de la escuela naval militar, que el marino catalán realizó un viaje comercial y de corso. Posteriormente, Pablo Arguindeguy y Horacio Rodríguez, en El corso rioplatense, retoman esta postura, destacando los beneficios económicos obtenidos por su propietario, Tomás Patrickson, beneficios que no se extendieron a la faceta corsaria de la misión, al no haber obtenido ninguna presa. Finalmente, Miguel ángel de Marco, en Corsarios argentinos, plantea que Toll fue un ejemplo de corsario, habida cuenta que en 1814 navegó hacia lejanos mares haciendo presas españolas en Asia, presas que, todo hay que decirlo, no menciona. Como vemos, dentro de la comunidad historiográfica argentina hay una corriente que considera la empresa que nos ocupa una misión corsaria y un hito en la historia nacional. El presente trabajo cuestiona tal interpretación, que entendemos es una reconstrucción retrospectiva nacida en el último cuarto del siglo XIX, e intenta demostrar que la expedición de Antonio Toll tenía objetivos comerciales, así como hacer una relectura de sus implicaciones posteriores para la guerra argentina de independencia El contexto La caída de Montevideo a fines de junio de 1814 cerró un frente de batalla en el territorio que conformaba el virreinato del Río de la Plata, en el contexto de las luchas contra la monarquía española. No obstante, a la caída de Rancagua en Chile en octubre de ese mismo año se sumaban la derrota de Sipe Sipe en noviembre de 1815 y la recuperación del trono por parte de Fernando VII. y sus esfuerzos tendentes, en un primer momento, a que los rebeldes depusieran las armas mediante una enérgica proclama y luego, a la preparación de expediciones para reprimir los focos insurgentes, por cuanto los territorios americanos seguían siendo una de las principales fuentes de recursos para la corona española. En función de esto, en febrero de 1815 partió desde Cádiz una expedición de 15.000 hombres al mando del general Pablo Morillo, originalmente destinada al Río de la Plata. Hacia el interior de las Provincias Unidas, la inestabilidad interna ocasionada por la presencia de caudillos como José Gervasio Artigas y la rápida sucesión de directores supremos (3) aumentaron la dificultad de la situación, (3)  El Director Supremo fue un cargo creado por la Asamblea del Año XIII para ejercer el poder ejecutivo de manera unipersonal por un plazo estipulado de dos años. La sucesión de Año 2017 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 87


REVISTA HISTORIA NAVAL 138
To see the actual publication please follow the link above