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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 918

REVISTA EJÉRCITO • N. 918 OCTUBRE • 2017  115  SECCIONES FIJAS el suyo, norteafricano y musulmán? La respuesta tiene año de inicio y finalización del mismo: en 1888. REINOS AMENAZADOS DE INVASIÓN SUMAN SUS RAZONES PARA MEJOR DEFENDERSE Aquellos hechos coincidieron cuando la Monarquía española viuda era en la persona de su Regente, María Cristina de Habsburgo- Lorena, aunque huérfana no se hallaba: el hijo póstumo de Alfonso XII de mano en mano pasaba como el rey pelón, bebé (nacido el 17/05/1886) visto de perfil por su mejilla izquierda en los rutilantes «duros», monedas de  5 pesetas con un peso de  25 gramos en plata y ley de  900 milésimas, identificadores de una de las divisas fuertes en aquella Europa de los imperios en continua expansión. Marruecos tenía firme monarca campeador: Muley Hassán, 52 años, culto, combativo e intransigente con la mentira, la deslealtad, la hipocresía y deshonestidad. Su representante y consejero, que a la par actuaba en nombre de la España prevenida: un fraile guipuzcoano. Sendas naciones, antaño altivas cabezas de las dos mayores religiones monoteístas, confiaban su seguridad a quien creían capacitado para defender ambas: José Antonio de Lerchundi. España y Marruecos subsistían bajo amenazas invasoras sobre sus territorios, sobre todo insulares: los archipiélagos de las Baleares, Canarias, Carolinas —salvadas para España por laudo papal de León XIII dos años antes (7 enero 1886) — y Filipinas. Marruecos mismo estaba expuesto a la ocupación del país por los ejércitos de Francia y España. A detener esas invasiones en el aire, convenidas al finalizar la Conferencia de Berlín (26 febrero 1885), respondía el hermanamiento hispano-marroquí. Culminado en cuanto sus representantes, (Lerchundi, flanqueado por José Diosdado del Castillo; a su derecha Mohammed Ben Larbi Torres, ministro de Negocios Extranjeros del Gobierno Gharnit y Ben Ahmed El Riffi), tras cruzar en carruaje cerrado la plaza de San Pedro, fueron recibidos por el Papa aquel sábado 25 de febrero de 1888. El día antes, Lerchundi cumplía 52 años. León XIII acogió a la delegación hispano-marroquí con afectuoso gesto y rejuvenecida expresión. Vincenzo Giacchino Luigi Pecci, genuino romano, nacido en tierras del Lacio, no aparentaba los 78 años que días más tarde (el 2 de marzo) cumplió. El protocolo vaticano dictó los sucesivos pasos: recepción ante la Curia romana en pleno e intercambio de discursos, honores y presentes. A continuación, estudio de la situación mundial en las habitaciones privadas del Papa. Quien cerró las puertas de aquellas estancias a las que pocos accedían, era el siciliano Mariano Rampolla del Tíndaro, 44 años, cardenal secretario de Estado y antiguo nuncio en Madrid. De ahí se fue a exponer el estado de la cuestión: España y Marruecos se inmolarían en el altar de los sacrificios antes que convertirse en la Alsacia y Lorena del sur de Europa. Sellado acuerdo previo sobre la inconveniencia de las prisas, se advirtió al capitán de navío José Pérez de Lazaga, en Nápoles, que el retorno a España superaría el plazo previsto: diez días. Que serían veinte. Pérez de Lazaga era el comandante del recién alistado crucero Castilla, puesto a disposición de la delegación hispano-marroquí El padre Lerchundi. Oleo de Federico Godoy


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