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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 918

Así, el laboratorio del Real Colegio fue dotado con los mejores medios de la época, a pesar de los problemas administrativos y burocráticos a los que se tuvo que hacer frente. Proust se hizo cargo de inmediato de la organización de las enseñanzas de química y metalurgia en el Real Colegio. El 1  de febrero de  1792 impartió la primera clase magistral en la recién inaugurada instalación con su lección inicial del curso de Docimástica y Mineralogía. Es la fecha del arranque del laboratorio y de la cátedra de Química. Allí continuó hasta 1799 impartiendo cursos de cuatro meses con tres lecciones semanales y allí formuló la gran hazaña científica de su vida, la ley que lleva su nombre o ley de las proporciones definidas: «los elementos individuales que forman parte de un compuesto están siempre unidos en una proporción fija en masa, independientemente del compuesto» o de otra manera, «siempre que dos elementos se unen para formar un compuesto lo hacen de manera fija y constante». En el estudio y la formulación de la ley que lleva su nombre Proust mantuvo una larga controversia con otro gran químico francés, Claude Louis Berthollet. Este científico consideraba que el desarrollo de una reacción química dependía de las cantidades de las sustancias que reaccionaban y que estas, a su vez, actuaban sobre la velocidad de acción y sobre la naturaleza del compuesto final. Tenía razón en la primera de sus suposiciones, pero Proust demostró que no la tenía en la segunda de ellas. Durante la estancia de Proust en Segovia se publicaron dos volúmenes de los Anales del Real Laboratorio de Química de Segovia y durante esta etapa de su trabajo fueron numerosas sus aportaciones prácticas documentadas con altísimo rigor científico, a tenor de los peritajes y análisis que se le encargaban y que influyeron en que buena parte de sus investigaciones estuvieran vinculadas con los metales. Gracias a la gran labor de difusión del Real Colegio de Artillería, y una vez convertido Proust en químico de gran reputación en toda Europa, su presencia en la Corte era cada vez más frecuente y así halagó a la clase social que la frecuentaba y que nutrió de numeroso público sus cursos, quizás en detrimento de la formación de auténticos profesionales, como a veces se le ha achacado. 54  REVISTA EJÉRCITO • N. 918 OCTUBRE • 2017 En 1799 Proust dejó Segovia para trabajar en la organización y la fusión de los laboratorios oficiales de los ministerios de Hacienda y Estado, y se hizo cargo del Laboratorio Real de Madrid, además de participar en la redacción de la primera revista monográfica dedicada por completo a las ciencias naturales (Anales de Ciencias Naturales) junto a Cristiano Herrgen, Domingo García Fernández y Antonio José Cavanilles. En cuanto al costoso aparataje, probablemente el más caro de la época, y utensilios empleados en los laboratorios de Proust, no cabe duda de que se especificaba claramente en su contrato que fueran fabricados en París y trasladados a España. Esta leyenda acerca de tales riquezas está probablemente basada en la profusión de objetos de platino que se encontraban en sus laboratorios. A este respecto hay que hacer notar que el platino no era metal especialmente valorado en la época y que era abundante en los laboratorios españoles por los estudios de purificación realizados primero en Vergara y luego en Madrid, hasta el extremo de que los técnicos temían que se pudiera usar en la falsificación y acuñación fraudulenta de monedas de oro y plata. En 1806 Proust dejó España y volvió a Francia por motivos personales para no regresar debido a la situación política prebélica que se respiraba en la península ibérica en relación con las intenciones de Francia. En el país vecino continuó trabajando e ingresó en la Academia Francesa de Ciencias en 1816. Murió en Angers el 5 de julio de 1826, a los 72 años de edad. Gracias al legado de Proust, y al laboratorio de química que lo acogió en el Real Colegio de Artillería y que le permitió su estudio y formulación, la ley de las proporciones definidas, junto con la de la conservación de la materia de su amigo Lavoisier y la de las proporciones múltiples de Dalton, son la base de la química cuantitativa hoy día, aún en vigor. BIBLIOGRAFÍA −− Historia de la Insigne Ciudad de Segovia. Editorial Maxtor. −− Segovia: compendio de anécdotas, curiosidades, arte e historia. Editorial Derviche. −− La Enseñanza Militar Ilustrada en el Real Colegio de Artillería de Segovia. Academia de Artillería, 1990.■


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