CARTA DEL DIRECTOR Durante los últimos meses, la Armada ha seguido haciendo gala de un significativo esfuerzo operativo, muestra evidente del compromiso de España con la seguridad global. El buque de acción marítima Rayo relevó a finales de julio en el puerto de Yibuti al Galicia como unidad española en ATALANTA, coincidiendo con el relevo entre España e Italia al frente del cuartel general en la mar, hasta ese momento mandado por el contralmirante Rafael Fernández-Pintado Muñoz-Rojas. Durante la permanencia en puerto, el Rayo recibió la visita del contralmirante Alfonso Pérez de Nanclares y Pérez de Acevedo, segundo comandante de la Operación (DCOM, en sus siglas en inglés), puesto que la Armada española ocupa por cuarta vez. A lo largo de agosto y septiembre diversas unidades iniciaron nuevos despliegues lejos de nuestras costas. El patrullero Infanta Cristina zarpó de su base en Cartagena para tomar parte en diversas actividades de cooperación con países de la costa occidental del continente africano en el marco del Plan de Diplomacia de la Defensa. El Cantabria salió desde Ferrol rumbo a las aguas del Mediterráneo para actuar como buque de mando de la Operación SOPHIA de la UE contra el tráfico de personas. En esta ocasión, el contralmirante Javier Moreno Susanna manda la operación en la mar, destinada a interrumpir los flujos migratorios ilegales provenientes de las costas libias. El patrullero de altura Alborán zarpó desde su base en el Arsenal de Cartagena para participar en la Campaña NAFO (Northwest Atlantic Fisheries Organization) en la zona de los Grandes Bancos de Terranova (Canadá). Igualmente, durante el mes de septiembre se llevó a cabo la integración de las fragatas Numancia y Blas de Lezo en las Agrupaciones Navales Permanentes de la OTAN números 1 y 2, respectivamente. En el presente número figuran cuatro artículos de tema general. El primero trata sobre las diferentes ayudas a la navegación por el río Guadalquivir entre los siglos XVI y XVIII; el segundo nos cuenta las vicisitudes del Cuerpo de Ingenieros Navales, de gran vinculación con la Armada; el tercero describe uno de los asaltos anfibios de la Primera Guerra Mundial en las islas bálticas, del que se cumple este octubre el primer centenario, y el cuarto aborda una cuestión de gran actualidad: los buques impulsados por gas natural licuado y la entrada en vigor del Código Internacional de Seguridad para los que utilicen gas u otros combustibles de bajo punto de inflamación (IGF). En relación a los temas profesionales contamos con cuatro artículos. Uno que expone en detalle la situación actualizada del avión de quinta generación ganador del programa Joint Strike Fighter, titulado F-35: el futuro de la aviación de combate; un segundo que nos presenta la importancia de conocer las necesidades y las limitaciones para establecer adecuadamente nuestro nivel de ambición; el tercero, que lleva por título ¿Qué habría pasado con el Oleg Naydevov en mi puerto?, reflexiona sobre la respuesta a las emergencias marítimas en España; mientras que el cuarto aborda la realidad e importancia de la Seguridad Marítima. En la sección Rumbo a la vida marina se analizan los equinodermos, un grupo concebido para confundir al investigador marino, y en el apartado Vivido y contado se reflejan los recuerdos del autor sobre un ejercicio anfibio de gran entidad que tuvo lugar en 1964 en la playa onubense de Mazagón. Esperamos que esta oferta de artículos, completada con las secciones habituales de nuestra REVISTA, merezca su aprobación. Con un fuerte y respetuoso abrazo, quedo a disposición de todos. Francisco Javier AYUELA AZCÁRATE 442200 Octubre
REVISTA GENERAL DE MARINA OCT 2017
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