la presencia española en el Pacífico. bloqueó y bombardeo tres veces El Callao, y el 5 de noviembre de 1820 capturó por sorpresa al buque insignia español, la fragata de 44 cañones Esmeralda. Llevó a cabo numerosas incursiones en las costas de Chile, Perú y México y fue colmado de honores y prebendas por las autoridades chilenas. Por discrepancias políticas se licenció de la Marina de Chile y pasó al servicio del Imperio del brasil, combatiendo contra Portugal y Ecuador. En 1826 ayudó a los patriotas griegos en guerra para independizarse del Imperio Otomano. Regresó a Gran bretaña en 1828 para rehabilitar su nombre y patrimonio, obteniendo el perdón real en 1832, lo que posibilitó su reingreso en la Armada; además, en 1833 heredó el título de conde de Dundonald. Ascendió a almirante y murió en Londres el 31 de octubre de 1860, recibiendo sepultura en el panteón británico, la abadía de Westminster. J. R. 25.078.—Artillería de Marina Así recoge La Gaceta de Madrid de 25 de septiembre de 1792 el desarrollo de los actos literarios que cada tres años, en las escuelas de teórica y práctica que hay establecidas en los tres departamentos, practican públicamente los integrantes del Real Cuerpo de Artillería de Marina y que están dedicados al estudio de las ciencias: «se celebraron en los días 21, 22, 23, 24 y 31 de mayo último, presididos en el de Cádiz por el teniente general D. Antonio de ulloa, y en los de Ferrol y Cartagena por sus respectivos Capitanes Generales, con asistencia en todos de los demás oficiales generales y particulares, cuerpo del Ministerio y otras personas de distinción. Diose principio a estos actos con una oración oportunamente alusiva al asunto, a la cual siguieron lucidos certámenes, en que además de los primeros rudimentos de los jóvenes, trataron de la aritmética inferior, geometría elemental, trigonometría plana, geometría práctica, álgebra, estática, maquinaria, hidráulica, hidrostática, aerometría, artillería, bombardearía, pirotecnia, fortificación y minas. Fue también inspeccionada esta tropa en el ejercicio de fusil, cañón y mortero, y en las operaciones de pirotecnia, practicando sus evoluciones con el mayor acierto: concluyendo en Cádiz y Cartagena con incendiar un brulote que para el efecto se había armado; cuya pronta propagación y actividad de sus llamas acreditaron la buena preparación de los mixtos y su conveniente repartimiento. Aunque todos los que se opusieron al premio de la medalla de oro señalada por ordenanza, manifestaron su gran desempeño, se adjudicó como a más sobresalientes a los primeros cabos Tomás Gil, del departamento de Cádiz: Joseph de Olmo, del de Ferrol; y Antonio Magrasot, del de Cartagena; y la de plata a los jóvenes del propio cuerpo bartolomé Gómez, en Cádiz: Antonio de Ogea, en Ferrol; e Ignacio Quintanilla, en Cartagena. Los concurrentes quedaron satisfechos de tan lucidos actos que manifiestan los progresos de los individuos de un cuerpo tan útil en las operaciones de su instituto, promovidos por el celo de sus oficiales: y puesto en noticia de s. M. ha quedado muy satisfecho del adelantamiento de este cuerpo, y del celo de sus jefes y maestros que han contribuido a él con tanto esmero». J. A. G. v. 25.079.—Óculos en la amura de las embarcaciones Es muy frecuente que en la amura de muchas embarcaciones aparezca pintado un ojo que, sin ir más lejos, podemos ver en algunas unidades menores de pesca andaluzas y del vecino Portugal. sin embargo, el hecho no se limita a esos lugares, sino que alcanza hasta China. y fue allí donde un europeo preguntó el porqué de esa costumbre a un patrón del lugar. La respuesta, traducida por el autor de esta nota, fue: «si no tiene ojo, ¿cómo puede ver? y si no puede ver, ¿cómo puede saber?» (bAssET, F. s.: Legends and superstitions of the sea and of sailors, 1971). Es indudable, pues, que ese ojo, que era una reminiscencia del de Zeus, tenía la finali- MISCELÁNEA 976 Diciembre
RGM DICIEMBRE 2017
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