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REVISTA EJERCITO 922

Primer salto de guerra de la Brigada efectuado sobre Tiliuín, durante la operación Pañuelo Documento  /  57 bordo. Veinticinco minutos después se lanzaron botes de humo sobre Tiliuín para comprobar la dirección e intensidad del viento. Los Heinkel seguían ametrallando en cadena con gran efectividad. En la segunda pasada de los Junkers, sobre las 11:30 horas, saltaron los paracaidistas a una altura de 200 metros. Todas las patrullas cayeron en los lugares previstos, cerca del cuartel, excepto la del capitán, que tomó tierra a unos 2 kilómetros del puesto. Este error, lejos de perjudicar la misión provocó el efecto contrario, pues los rebeldes, desconcertados y temiendo un envolvimiento, abandonaron el cerco. El capitán Sánchez Duque se hizo cargo del mando de toda la guarnición de Tiliuín, es decir, de una sección de policía indígena, otra de tiradores y las dos de paracaidistas, y reorganizó la defensa de la posición. Se reconocieron los alrededores para comprobar si era posible la toma de los aviones en alguna zona y así efectuar una evacuación de los heridos y enfermos por vía aérea, pero el capitán Sánchez Duque no creyó oportuna la evacuación aérea, pues se encontrarían a merced de las armas automáticas y de los morteros rebeldes. En su lugar solicitó un nuevo lanzamiento aéreo de material médico y medicinas y así se hizo. A las 21:00 horas de la noche del día 29 fueron ocupadas las posiciones dominantes sobre Tiliuín y poco más tarde entraban en la posición los legionarios que marchaban en vanguardia de la columna de refuerzos. El día 30 de noviembre, una vez finalizada la incorporación de unidades expedicionarias, el general Zamalloa decidió acometer de inmediato la liberación de los puestos sitiados usando como elementos de maniobra los Tabores II y IV de tiradores, las Banderas I y II de paracaidistas y la VI Bandera de la Legión, además de dos compañías del Soria 9, y se dedicó el resto de fuerzas a la defensa de Sidi Ifni. Como hemos descrito, la actuación de los paracaidistas, de los legionarios, de los tiradores, de los soldados de reemplazo y de algunos policías indígenas leales fue determinante en aquellos primeros días del conflicto. La actuación de unidades recién creadas en el Ejército y de gran impacto, como las paracaidistas, ha acaparado, junto a los legionarios, parte de la historia de aquel conflicto, pero nunca ha oscurecido la magnífica actuación de los soldados de reemplazo, de los tiradores y de los policías que tan brillantemente actuaron. Las dos acciones decididas por el general Gómez de Zamalloa, antes de disponer de refuerzos, finalizaron con éxito y pudieron mantener el despliegue antes de la incorporación al despliegue, el día 30, de las unidades expedicionarias de la Península. La semana del 22 al 29 de noviembre de 1957, que hemos descrito sucintamente en estas letras, fue el inicio del conflicto que duró hasta el 19 de febrero de 1958, tres meses, y se mantuvo la ocupación de Sidi Ifni y poco más del territorio de Ifni hasta el 30 de junio de 1969, durante más de diez años, fecha en la que España entregó Sidi Ifni a Marruecos. Sin duda, fue un éxito militar de nuestras fuerzas.n


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