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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 139 MAS SUP 26

LA FUNDACIÓN DE LA COMPAÑÍA DE GUARDIAS MARINAS DE CÁDIZ EN 1717 Nada más llegar a Cádiz, a comienzos de febrero, Patiño empieza una febril labor tendente a crear cuerpos, construir y rehabilitar astilleros y arsenales, fabricar barcos con todos sus pertrechos, y todo lo necesario para regenerar la Real Armada y fomentar el comercio con América. Pero también había un objetivo específico de crear una armada destinada a las operaciones de Italia, tarea que le había encomendado Alberoni. El panorama con que se encontró el intendente general lo resume una frase bien conocida: «Llegué a Cádiz, y verdaderamente encontré lo mismo que me había prevenido Andrés de Pez, de que no hallaría exposición alguna para apresto de navíos, pues no había ni siquiera un paraje donde se pudiese cocer un caldera de brea, y todos los navíos estaban en la Bahía, perdiéndose los pertrechos y los buques» (11). El 16 de junio de 1717, Patiño redactó unas ordenanzas para la Armada que fueron promulgadas e impresas el mismo año (12). Un primer título reza «Ordenanzas e instrucciones que se han de observar en el Cuerpo de la Marina de España». El segundo título es «Instrucción sobre diferentes puntos, que se han de observar en el Cuerpo de la Marina de España; y ha de tener fuerza de Ordenanzas, hasta que su Magestad mande publicar las que inviolablemente deberán practicarse». Estas Ordenanzas, llamadas de Patiño, eran imprescindibles para estructurar la nueva institución, ya que «los fundadores de la nueva marina dexaron su proyecto desnudo enteramente de reglas que hiciesen uniformes y permanentes las practicas consequentes» (13). Aunque concebidas en principio como provisionales, permanecieron en vigor hasta que fueron promulgadas las de 1748. La inspiración que recibe de las Ordenanzas francesas de Luis XIV es evidente. Entre otras novedades, se crea el Cuerpo General, constituido por los oficiales de la Armada, con un escalafón nuevo que, con pocas variaciones, pervivirá hasta muy avanzado el siglo XIX. Los oficiales generales son los capitanes generales, tenientes generales y jefes de escuadra (14); los oficiales particulares, los capitanes de navío, capitanes de fragata (15), tenientes de navío, tenientes de fragata (16), alféreces de navío y alféreces de fragata (17). Hay un capítulo dedicado a los guardiamarinas estando embarcados (18). (11)  RODRÍGUEZ VILLA, pp. 25-26. (12)  Conocemos dos ejemplares, ambos reimpresiones en Cádiz: Biblioteca del Museo Naval 9419 y Biblioteca Municipal José Celestino Mutis (Cádiz), Castro 188 ord. (13)  Archivo del Museo Naval (AMN), Ms. 471, ff. 84 y 84v., AGUIRRE, J.: «Discurso (…) sobre el estado imperfecto del sistema de Marina en 1755 y necesidad de varias reformas en su constitución, con especialidad en la del Cuerpo del Ministerio. Dirigido a Julián de Arriaga », Madrid, 22 de julio de 1755, cit. por O’DONNELL Y DUQUE DE ESTRADA, 2004a, p. 694. (14)  Ordenanzas e instrucciones que se han de observar en el Cuerpo de la Marina de España. Peralta, Cádiz, 1717, cap. 1.º (15)  Ibídem, cap. 3.º (16)  Ib., cap. 4.º (17)  Ib., cap. 5.º (18)  Ib., cap. 6.º Año 2017 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 13


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