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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 139 MAS SUP 26

EL TRASLADO DEL ARSENAL DE CAVITE A OLÓNGAPO (BAHÍA DE SUBIC) 1886) para la realización de los proyectos de defensa de la bahía, de modo que para entonces todavía estaba vigente. Además de los planes para el artillado, existe otro documento que define el área alrededor de la bahía, que debe ser defendida por tierra para conseguir la seguridad del paraje y del arsenal situado en él. Probablemente, el proyecto más detallado para las defensas de la bahía es el fechado el 29 de octubre de 1885. Preveía un total de doce baterías de costa, de ellas dos de tres piezas de 24 cm (18) y nueve con cañones de 22 (seis de tres piezas, tres de dos y una de una pieza). En total sumaban seis cañones de 24 cm y veinticinco de 22 de sistema Palliser. El detalle de estas baterías se ha recogido en el cuadro 2. Las baterías se concebían para atender distintos propósitos. Dos defendían la ensenada de Biningan, para impedir que pudiera ser utilizada como fondeadero de una flota enemiga que quisiera bloquear las bocas de Subic; cinco cubrían las dos bocas de la bahía ―entre ellas se encontraban las dos de 24 cm―, y por último, cinco baterías protegían el interior de la bahía. Además de la artillería de costa, se preveía disponer de dos líneas de «torpedos» (minas), la primera cerrando el canal oeste, entre Punta Macmang y la isla Grande, y la segunda en el canal este, entre la isla Grande y Punta Camayan. Sobre el plan de artillado hay que realizar varias consideraciones: ― el calibre de una de las piezas (22 cm) no era habitual en la artillería de costa española; ― las baterías cubrían las dos bocas de entrada a Subic, la ensenada de Binanga y la mayor parte de la superficie de la bahía. Parecía existir la intención de impedir que se situase en ella una flota enemiga que pudiera bombardear el arsenal de Olóngapo y los buques fondeados en sus cercanías; ― por la fecha, cabe pensar que se preveían piezas de retrocarga y que debían contar con alcances eficaces superiores a los 5.000 m; ― el artillado cubría ampliamente las líneas de torpedos que se preveía instalar en caso de conflicto. En lo relativo a las defensas de la bahía, el informe de la comisión de Subic de 31 de marzo de 1886, ya citado en el epígrafe anterior, recogía que se había realizado y aprobado el proyecto para la defensa de las bocas de la bahía con «torpedos» (minas). En abril se había recibido este material, enviado desde España. Eran catorce torpedos (19), cables, mesas de conexión, pilas y otros elementos indispensables para su correcto funcionamiento. Revisados (18)  En la época era costumbre citar el calibre de las piezas en centímetros y no en milímetros, como se hace ahora. (19)  Pensamos que deben de ser los mismos torpedos Mathieson de los que se habla en el capítulo referente a la Guerra del 98. Año 2017 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 57


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