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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2018

TEMAS PROFESIONALES te». Con acierto, este país considera que los portaviones juegan un papel esencial dentro de la estructura naval militar por su capacidad de proyección estratégica. La flota de portaviones es un reto tecnológico, financiero y de todo tipo de capacidades muy importante. Además China a lo largo de su historia nunca ha abordado con éxito el dominio marítimo, cosa que ahora parece pretender solucionar. Su estrategia marítima no solo se encamina a afrontar los retos y demandas territoriales más próximos, como el mar Meridional de China, Taiwán, las islas Senkaku o las Spratly, que están impulsando el crecimiento y modernización de las capacidades navales de guerra de Japón, India y Corea de Sur. Ni tan siquiera se puede considerar que esté orientada al desafío del liderazgo de Estados Unidos en Asia, a pesar de que en los últimos 20 años ha tratado de reducir la distancia con las capacidades tecnológicas y operativas norteamericanas (7). Su principal y verdadero interés es salvaguardar sus intereses comerciales a lo largo del mundo. Para ello, ha puesto en marcha varias iniciativas que pretenden dotar a China de las infraestructuras que permitan asegurar las rutas marítimas y terrestres. Entre ellas destaca el lanzamiento de la Ruta de la Seda del siglo XXI en su versión terrestre y marítima. En este contexto es donde debe entenderse la iniciativa de construcción por parte de China del hub logístico de Jamaica en Goat Island, el control del puerto de El Pireo por China Ocean Shipping Company o más recientemente la construcción en Yibuti de una base militar. El control de estas instalaciones, fruto de la diplomacia china y del talonario, está orientado al expansionismo chino o colonialismo de cuarta generación. Precisamente ha sido la colaboración de China en la Operación ATALANTA lo que le ha permitido argumentar la necesidad de tener una base naval militar propia en la zona, cuyo propósito principal, que tendrá capacidad para 10.000 personas, es el apoyo a los barcos mercantes chinos que se adentran en el golfo de Adén. Además, asociado a este acuerdo, prevé la construcción de un oleoducto y un nuevo enlace ferroviario con Etiopía. Conclusión En el año 2015 China hizo público que su nueva estrategia marítima estaba orientada hacia la «defensa del mar cercano y de protección marítima lejana», para lo cual estaba implementando una estructura de combate marítimo (7) Para conocer con más detalle este proceso de transformación se puede consultar el trabajo de la Corporación RAND de 2015, dirigido por E. Heginbotham: US China Military Scorecard. Forces, Geography and the evolving balance of power 1996-2017. Disponible en: https://goo.gl/YmkPqM. 2018 109


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