Page 8

REVISTA EJERCITO ESPAÑOL 925

desesperantes evidencias. En Yebala, la dimisión de Berenguer había reforzado la soberanía del Raisuni, no su credibilidad ante las tribus, deteriorada por la pérdida de su feudo (Tazarut, 12 de mayo) y el retorno del jerife al engaño y la extorsión, connaturales en él. Hubo acuerdo (2 septiembre 1922) de paz a cambio de muchísimo dinero: ochenta mil pesetas mensuales. Suponía 900.000 pesetas al año: el sueldo anual de treinta y dos tenientes generales. España pagaba a El Raisuni 270.000 pesetas más que todos los tenientes generales en activo, veintiuno según el Anuario de 1922. En el Rif, la reconquista de Dar Quebdani condujo al hallazgo de 900 cuerpos momificados de los 998 integrantes de la columna Araujo, después de arrebatarles sus Máuser los benisaidíes y darles muerte (25.07.1921) con esos mismos fusiles, ingenuamente rendidos. Hacia el oeste, otra vía de cuerpos 8  /  Revista Ejército nº 925 • mayo 2018 martirizados concluía en Annual, vértice de la pesadumbre nacional y del estupor estatal permanente. Burguete no se dejó influenciar por la síntesis de Gregorio Corrochano, quien llegó a decir (ABC, 24 enero 1922) que, «por decoro», el Ejército debía acampar en Annual. Burguete no apartaba su mente de una cordillera con final en bífida cima: Tizzi Assa / Tizzi Alma. Silvestre se había fijado en aquel «Paso del Centinela» y Berenguer también. Dominaba el curso alto y medio del Nekkor, a la vez que los montes en manos de los Beni Tuzin, Beni Ulixek, Beni Urriaguel, Taffersit y Tensaman. Cinco cabilas de armas tomar. Axdir, capital del Rif libre, se sintió amenazada. Burguete preparó su conquista con gran exhibición de fuerzas. «A las 04.15 h. del 26 de octubre de 1922 una fuerza de treinta mil hombres»3 se puso en marcha hacia Tizzi Assa y las posiciones que asegurarían su defensa desde la costa (Afrau), con Sidi Messaud y Tifaruin tierra adentro. A las 07.30 h. del 28 de octubre la bandera rojigualda ondeaba sobre Tizzi Assa y Tizzi Alma, centinelas hermanados por la desnudez de su emplazamiento. A un mallorquín de 51 años, el teniente coronel Gumersindo Pintado Cabrero, le fue confiado el encargo de resistir en ambos. Tifaruin fue abastecida en municiones, no en morteros de 81 mm —disponía solo de dos cañones de 70 mm— y esa carencia en una mejor artillería pudo provocar un desastre diez meses después. Severo anticipo fue la celada que los beniurriaglíes tendieron a las tropas españolas el 1 de noviembre. Atacadas al efectuar una «rectificación de líneas» por el emplazamiento de la posición Benítez, sufrieron 128 bajas, de las que 34 fueron muertos —dos oficiales— y 94 heridos —seis oficiales—. Primer aviso de una batalla continua, que durará tres años.


REVISTA EJERCITO ESPAÑOL 925
To see the actual publication please follow the link above