TEMAS PROFESIONALES Figura 2. Así, si consideramos una unidad como la Escuela Naval, nos encontramos con que el comandante-director y el jefe de Estudios son baby boomers, el jefe de Instrucción pertenece a la generación X, una buena parte de los comandantes de brigada a la Y, mientras que los aspirantes pertenecen a la Z; incluso podemos apreciar la existencia de una fractura generacional entre los aspirantes y sus brigadieres. Y traigo la Escuela Naval a colación porque es, sin duda, la unidad de la Armada en la que más se respetan y cultivan las tradiciones. La he visitado recientemente y he tenido la sensación de que allí no pasa el tiempo. Los comportamientos y el aspecto de «protos» y alumnos parecen haber permanecido invariables durante décadas (la supervivencia inmutable del catorce botones contribuye bastante a crear esta percepción), a pesar de los muchos y tremendos cambios acontecidos a su alrededor. Y quizás esa aparente inmutabilidad es lo que nos ha llevado a prestar poca atención al hecho de que los jóvenes que opositaban en los ochenta nada tenían que ver con los que lo hacían en los 90, a finales de siglo o en la actualidad. Y, a pesar del enorme efecto que cinco años de Escuela producen sobre el carácter, actitudes y forma de ser y de pensar, el «producto final», aunque externamente lo parezca, nunca puede ser el mismo cuando la «materia prima» no lo es. En las próximas páginas pretendo esbozar los principales aspectos que distinguen a cada generación, tratando de justificar el porqué de las diferencias. No hay generaciones mejores o peores; son distintas, producto de la adaptación natural a su entorno familiar, social, económico, cultural y, muy 684 Mayo
RGM MAYO 2018
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