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Revista Ejército 927

Centro de operaciones OPSCEN Instrucción  /  53 una continuidad desde los escalones operacionales a los tácticos, ya que en dichos procesos participan elementos de distintos ejércitos con un propósito común de ámbito muy concreto. Como sabemos, el sistema de mando y control conjunto está soportado por el sistema de información del JEMAD (SIJE). Sobre este sistema se ejecutan servicios como la visión del campo de batalla conjunta (COP conjunta), correo electrónico formal (XoMAIL) o informal (MS Exchange), portales web (sharepoint), chat táctico (JChat), gestores de incidentes (JocWatch) o gestores de targeting (JTS) entre otros. Estos servicios llegan hasta el mando componente terrestre mediante el mecanismo de extensión de servicios, es decir, mediante la instalación de un conjunto de terminales SIJE en los puestos de mando. Por otra parte, el mando componente terrestre cuenta con su propio sistema específico de mando y control, el SIMACET desplegable. Este sistema proporciona también servicios similares a los que ofrece el SIJE, añadiendo el sistema específico de gestión del campo de batalla terrestre SIMACET / Antares, elemento crítico del mando y control terrestre. Este modelo garantiza la continuidad en la estructura conjunta, pero asume una discontinuidad técnica entre el nivel operacional y el táctico, ya que los sistemas SIJE y SIMACET están superpuestos, pero no conectados. En estos momentos se está trabajando para extender y mejorar la estructura conjunta sustentada en el SIJE. Desde un punto de vista técnico, la conexión entre el SIJE y SIMACET es perfectamente viable y, en un futuro próximo, se prevé que se desarrollen las pruebas técnicas que la validen. Estas necesidades de integración extremo a extremo también afectan al propio escalón táctico en el contexto del mando componente terrestre. Cada vez más, la interacción entre sistemas de grandes y pequeñas unidades resulta más necesaria. Pensemos en los procedimientos de targeting, por ejemplo. En muchas circunstancias, un objetivo generado en el escalón operacional va a tener que ser asignado a una pequeña unidad terrestre. Aunque los sistemas puedan ser capaces de trasladar la información necesaria con gran rapidez, existen factores limitadores a los que hay que adaptarse y que, de una forma u otra, condicionan la fluidez del procedimiento. Por una parte, nos encontramos con los condicionantes asociados a la seguridad de la información. En los escalones operacionales / conjuntos y en las grandes unidades terrestres es posible implementar un dominio de seguridad que permita el manejo de información con altos niveles de clasificación. Sin embargo, a medida que nos acercamos a las pequeñas unidades, el nivel máximo de clasificación de seguridad debe disminuir. Un agrupamiento táctico es un ente dinámico y, desde el punto de vista de la oportunidad y pertinencia de la información que maneja, también volátil. Los sistemas que utiliza están normalmente basados en medios radio, con menor ancho de banda, y con capacidades de protección de emisiones y comunicaciones (COMSEC/TRANSEC) que, en muchos casos, no alcanzan el grado de seguridad de cifrado de los sistemas de comunicaciones no radio. Con estos condicionantes, y asumiendo las dificultades de mantener un continuum de seguridad que alcance los niveles tácticos más bajos, el escalón brigada se


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