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Revista de Historia Militar 123

DE GRANADA A PAVÍA. LA EVOLUCIÓN DEL EJÉRCITO ESPAÑOL... 217 de un enfrentamiento en campo abierto. Dándose el 27 de abril la batalla de la Bicoca ya comentada con anterioridad. Al año siguiente, el rey francés, envió un nuevo ejército al mando del Almirante Bonnivent, que tras el combate de Sessia ya en 1524, tuvo que retirarse a través de los Alpes. En la cuarta y más importante intentona, Francisco I, a la cabeza de un gran ejército en el que le acompañaba toda la nobleza de Francia, el 26 de octubre de 1524 ocupaba Milán; mientras que las escasas fuerzas imperiales presentes se concentraban en Alejandría, Lodi y Pavía, los franceses después de la toma de Milán, para fortalecer su posición, sitiaron Pavía. En su interior Antonio de Leyva con una guarnición de unos 6.000 hombres entre españoles, italianos y alemanes, organizó muy bien la defensa, reforzando los muros y rechazando los asaltos franceses, respondiendo a sus minas con contraminas. El asedio se prolongó por espacio de algunos meses, lo que permitió a las fuerzas imperiales reforzarse y prepararse para la batalla. No obstante su magnífica defensa, la toma de Pavía por los franceses era cuestión de tiempo, bien por las armas o por hambre. La llegada a Italia de los 12.000 lansquenetes al mando de Frundsberg y la falta de dinero para pagar estas tropas, empujó al Marqués de Pescara a pasar a la ofensiva Esa falta de dinero podía llevar a la disolución del ejército imperial, ante lo cual, (según Fernández Álvarez en la Historia de España de Espasa Calpe) “los españoles que guarnecían aquella ciudad y Lodi sacrificaron sus pagas para poder satisfacer las exigencias del resto”. Efectivamente se recaudaron fondos, insuficientes por otro lado, entre los mandos del ejército, pero el incluir a todos los soldados españoles, parece algo irreal ya que nos surgen una serie de preguntas difíciles de contestar, por ejemplo, ¿acaso los españoles, si tenían pagas que pudieran “sacrificar”, a diferencia del resto de las tropas? La falta de numerario era general y nos parece más aceptable la versión de Orestes Ferrara cuando señala que “los españoles tras una arenga de Pescara, aceptaron combatir solo por los víveres, lo que sabido por los alemanes se unieron al acuerdo por no parecer menos hombres de guerra”. 3.1.2.- Composición de las fuerzas Tratando de no caer en el “efecto Polibio” (engrandecer el poder del enemigo para así agrandar el mérito de la victoria propia) he seguido la relación de efectivos en la batalla de Pavía que da Piero Pieri21 de los dos ejércitos. 21  PIERI, Pietro: Il Rinascimento e la crisis militare italiana. Torino, 1952. Pág. 483. Revista de Historia Militar, 123 (2018), pp. 217-232. ISSN: 0482-5748


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