Page 70

Revista de Historia Militar 123

70 JOSÉ RAMÓN CUMPLIDO MUÑOZ Gaspar Más, maestro zapatero, declaraba en su escrito al cardenal de Molina que «fue preso sin motivo alguno, ni menos de ninguna manera debe estar comprendido en dicha leva por hallarse maestro de su facultad, acudiendo a su obligación de mujer y cuatro hijos»99. El único testimonio en su contra era el de Joseph Tarrasa, labrador, quien había testificado al mismo tiempo contra otros cuatro presos, diciendo «que sabe que todos frecuentan las casas del juego, así días de fiesta como de hacienda, jugándose lo que tienen».100 El 12 de noviembre, el Cardenal Molina, una vez examinados los memoriales de Luis Feo y Gaspar Más, encontró que «no siendo los excesos otros que los que se refieren en la adjunta nota»101, ordenó que se pusiera a ambos en libertad. Esta orden fue recibida en Valencia el día 19; dado que ambos se hallaban en camino hacia Cartagena, el intendente hizo enviar inmediatamente «la certificación correspondiente de este auto al señor don Alejos Gutiérrez de Rubalcaba, comisario general de dicha Caja de Cartagena para que deje libres a los susodichos allí donde estuvieren».102 También se incluía una orden para que ambos regresaran a Valencia y se presentaran ante el intendente, para ser «apercibido uno y otro que en adelante cumplan mejor con sus obligaciones, pues de lo contrario tendrá efecto dicha condenación de presidio».103 Mientras este primer grupo de reos esperaba embarcar hacia Orán, las diligencias contra vagabundos seguían su curso; el 20 de noviembre se llevaron a cabo las relativas a Antonio Colón, de 17 años, iniciadas por su padre por Joseph Colón maestro corregero y vecino de Teruel, quien había aportado el testimonio principal: «que habrá como cosa de tres años que Antonio Colón, su hijo, ha dado en no querer trabajar ni aplicarse a ejercicio lícito alguno yendo divagando continuamente sin querer tomar los buenos consejos que como tal padre le ha dado el declarante, ni mantenerse en ninguna casa ni oficio, donde sí ha puesto antes bien, se ha experimentado en algunas tabernas y acciones indecentes».104 Este extremo fue corroborado por otros testigos, que ratificaron como el único interés de Antonio Colón, «era cometer toda clase de raterías»105; 99  Ibíd., f. 53 r. y v. 100  Ibíd., doc. 3 (5), f. 3 r. 101  Ibíd., doc. 3 (10), f. 46 r. 102  Ibíd., f. 58 v. 103  Ibíd. 104  Ibíd., doc. 3 (15), f. 3 v. y 4 r. 105  Ibíd., f. 4 v. Revista de Historia Militar, 123 (2018), pp. 70-80. ISSN: 0482-5748


Revista de Historia Militar 123
To see the actual publication please follow the link above