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72 JOSÉ RAMÓN CUMPLIDO MUÑOZ do a su corta estatura, serviría en los trabajos de Orán durante cuatro años. El 4 de abril quedaron bajo custodia del sargento Antonio Margeri, perteneciente a una compañía de minadores que se dirigía a Cartagena.116 El 20 de marzo de 1741 se abría de forma simultánea un proceso de sumarias contra dos grupos. El primero estaba formado por Pascual Sánchez, Joseph Benavent, Joseph Martínez y Joseph Navarro117; los testigos que aportaron sus declaraciones para justificarles su «calidad, vida y costumbres » fueron suficientes para que todos ellos fueran declarados vagamundos por el intendente, siendo reconocidos el día 23 por el doctor Antonio García y el médico Juan Busquet.118 Estos cuatro presos fueron destinados a servir cinco años en el regimiento Hibernia (irlandés).119 Sin embargo, el 20 de abril, cuando se había dispuesto la entrega de los presos, el capitán Tomás Kindelán, sólo aceptó a los tres primeros y rechazó a Joseph Martínez, «por motivo de haberle sobrevenido a éste, mal de corazón, como era público en dicha cárcel»120. Este extremo fue confirmado con el testimonio de otros presos y Joseph Martínez fue declarado inútil para el servicio de armas y puesto en libertad «apercibido de que en adelante se contenga y aplique al trabajo, porque en su defecto se le pondrá en el presidio de Orán».121 El segundo grupo de reos contra los que se abrieron sumarias el 20 de marzo de 1741 estaba formado por Joseph Vicente, Jaime Batalla, Manuel Rodríguez y Juan Diego San Juan,122 que el día 24 fueron declarados vagamundos por el intendente Fonsdeviela.123 Nos detendremos un momento para detallar otros dos casos que pueden mostrar como en el procedimiento contra vagos y malentretenidos, el reo disponía de capacidad de súplica con la que, llegado el caso, podía ver revertida su condena. En primer lugar, encontramos a Juan Simó, contra quien se iniciaron sumarias el 12 de diciembre de 1740. Los testimonios que habían servido para determinar su modo de vida correspondían a Vicente Ibarra, labrador y Vicente Bru, terciopelero, vecinos ambos de Valencia. El primero había declarado que el referido Simó era: «mozo malentretenido y amancebado con cierta mujer ... el cual a más de lo referido es hombre que la mayor parte del tempo va divagando por la ciudad. El segundo testigo, por su parte, declaró bajo jura- 116  Ibíd., f. 22 v. 117  Ibíd., doc. 3 (11), f. 2 r. 118  Ibíd., f. 10 r. y v. 119  Ibíd., f. 12 v. 120  Ibíd., f. 13 r. y v. 121  Ibíd., doc. 3 (17), f. 19 v. 122  Ibíd., doc. 3 (17), f. 2 r. 123  Ibíd., f. 11 r. y v. Revista de Historia Militar, 123 (2018), pp. 72-80. ISSN: 0482-5748


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