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Ponte Hernando FJ., et. al. El Congreso Médico-Militar de Castellón de la Plana: Una reunión «de innegable vanguardia» Algo más de un año después, los días 9 a 11 de febrero de 1939, a falta de menos de dos meses de acabar la guerra, tiene lugar otra asamblea científica en Castellón de la Plana, el denominado: Congreso Médico Militar organizado por el Cuerpo de Ejército de Galicia y aprobado por las autoridades Militares y Sanitarias del Ejército de Levante, protagonizado por una mayoría de médicos gallegos, tanto militares como militarizados. Esta asamblea dio lugar a un libro de actas de nada menos que 642 páginas32 cuya cubierta preside una gran Cruz de Santiago. Repitieron presencia en esta reunión varios de los médicos antecitados. Zorrilla Polanco, Forniés, Parrilla Hermida y otros muchos. Asistieron 210 médicos: 1 coronel, 2 tenientes coroneles, 12 comandantes, entre ellos don Manuel Gómez Durán, 46 capitanes, 84 tenientes, entre ellos el Teniente Médico militarizado D. José Botella Llusiá, luego catedrático, rector de la U. Complutense, Académico de la RANM y gran figura de la Tocogine- 32  Actas del Congreso Médico Militar de Castellón. (1939) Editorial Científico Médica. Barcelona-Madrid. 642 Págs. 128  Sanid. mil. 2018; 74 (2) cología española; 11 alféreces, 8 brigadas y soldados médicos y 46 médicos civiles. Lo llamativo es que se celebró este Congreso, según su prologuista, Julián Rodríguez López, Teniente coronel médico Asimilado, Jefe de Sanidad del Cuerpo de Ejército de Galicia, a menos de 20 kilómetros de la primera línea de trincheras. Esto hace que nuestro Congreso sea tal vez el Congreso Médico militar que más a vanguardia se ha celebrado en todas las guerras. En este realista y precioso prólogo, el Teniente coronel Rodríguez expone los antecedentes de la reunión de Luarca y sus frutos de mayor compenetración y comprensión entre los médicos militares y los militarizados, así como de la labor de sincronización de los diferentes escalones sanitarios, con la correspondiente desaparición de las anteriores críticas y diferencias entre unas y otras personas y unidades. Comenta la división del Congreso en tres secciones: Quirúrgica, Médica y Militar por las siguientes razones: 1. Que, si en la guerra en movimiento prevalece el componente quirúrgico, porque el número de heridos sobrepasa al de enfermos, no obstante, 2. En los frentes estabilizados es vital la labor médica, tanto curativa como preventiva: higiene, vacunación, desinfección, desinsectación, nutrición adecuada, rehabilitación etc. para recuperar cuanto antes al combatiente y no ver mermados los efectivos disponibles para el combate y 3. Que las labores propias de la Sanidad Militar no son complejas de aprender para médicos acostumbrados a largas sesiones de estudio, pero sí que deben ser enseñadas, como una especialidad más de la Medicina General, lo antes posible, para que los militarizados comprendan las cuestiones logísticas y operativas de movimiento de tropas, equipos, unidades, heridos, enfermos etc. que son vitales para la buena gestión de grandes cantidades de bajas entre los diferentes escalones y la necesidad de una clasificación, asistencia y cirugía, eficaces y veloces. Termina el prólogo33 agradeciendo a todos su dedicación, en particular a los de cierta edad, ya no militar, que se han unido a esta ardua y patriótica labor, y dando las gracias en especial «al brillantísimo grupo de profesores de facultad, de Médicos de grandes hospitales, o de Sanatorios que nos habéis honrado aceptando colaborar con nosotros y vistiendo nuestro uniforme aunque nunca pueda corresponder la categoría militar que se os ha dado con la categoría científica que poseéis»34. 33  Rodríguez López, J (1939) A Manera de Prólogo. Actas del Congreso Médico Militar de Castellón. (1939) Editorial Científico Médica. Barcelona- Madrid. Págs. VII-X. 34  La antigüedad de este problema no debiera ser un consuelo, a día de hoy, para los más destacados miembros de la Reserva voluntaria de Sanidad que, si bien integra a numerosos jóvenes que inician su vida profesional, también tiene personalidades de larga trayectoria y prestigio, que han sido nombrados para empleos militares de carácter, digamos, propios de la edad juvenil. De venir a formarse con ellos una temporada un comandante o un teniente coronel médicos, a ninguno se le ocurriría ubicarlo con los residentes veinteañeros. N. del A. Figura 6. Cuestiones Médico-Quirúrgicas de Guerra.


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