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EJERCITO 929

81 ÁREA DE ENSAYOS BALÍSTICOS Y AMBIENTALES Una de las tareas con mayor relieve de entre las encomendadas al Área de Ensayos Balísticos y Ambientales son las pruebas de vigilancia de municiones. El AEBM es la encargada de la realización de estas pruebas a las municiones de pequeño calibre (9×19 mm, 5,56×45 mm, 7,62×51 mm, 12,70×99 mm, y la munición de instrucción de artillería, 14,5 mm) y a las municiones de calibre medio (20 mm, 25×137 mm, 30×173 mm, 35×228 mm, y granadas de 40×53). Las pruebas de vigilancia de municiones se pueden definir como las inspecciones periódicas que se realizan con el fin de comprobar su operatividad y sobre todo su seguridad a la hora de ser empleadas por los miembros de las FAS, y están reguladas por las correspondientes normas y especificaciones en donde se definen los ensayos que se deben realizar. Estos ensayos van a garantizar la seguridad de manejo y funcionamiento en el arma correspondiente; en algunos de ellos, esta unidad se encuentra acreditada como laboratorio de ensayos. Para explicar las pruebas de acreditación a las que se someten las municiones de pequeño y mediano calibre, podemos hacer la siguiente división: La prueba EPVAT (electronic pressure, velocity and action time) consiste en determinar estos tres valores fundamentales que definen la seguridad de una munición. PRUEBAS PVAT FUNCIONAMIENTO EN ARMAS ESPOLETA PEQUEÑO CALIBRE X X — CALIBRE MEDIO X X X La presión en un determinado punto del cartucho, normalmente en el plano de unión del proyectil con la vaina, o en la munición de calibre medio, que puede ser en algún punto de la vaina es fundamental para conseguir la velocidad adecuada del proyectil que permita alcanzar el objetivo y a la vez que lo consiga con la adecuada seguridad para el tirador. Esta presión se mide mediante piezoeléctricos. La utilización de piezoeléctricos nos da el valor de la presión con la precisión requerida por las normas. La velocidad del proyectil es medida mediante radar de efecto Doppler. Según el proyectil que se esté evaluando y la norma o especificación que se esté utilizando como referencia, la medida de velocidad deberá realizarse a diferentes distancias de la boca del arma, e incluso justo en la boca del arma. Los equipos que dispone AEBA son capaces de medir este parámetro hasta más de 2.000 metros en terrenos despejados, por lo que su versatilidad permite no solo que sean utilizados en pruebas con pequeños y mediano calibre, sino también con materiales de artillería en determinadas condiciones. El tiempo de acción es el tiempo que trascurre desde que se produce la percusión sobre la cápsula iniciadora del disparo, que se encuentra en la recámara del equipo que dispara, hasta que el proyectil aparece en la boca del arma o, lo que es lo mismo, el tiempo durante el que los gases que impulsan el proyectil ejercen la presión que provocará la velocidad de este.


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