otros. Por tanto, esta tercera vía sería aplicable casi únicamente a aquellos territorios donde la presencia de la ideología yihadista es más reciente, lo que permite que surjan nuevas agrupaciones yihadistas. Escenarios de ello en la actualidad se pueden encontrar en la mitad sur del continente africano; sirve como ejemplo el caso de Mozambique, un país en el que la preocupación sigue creciendo ante el aumento de acciones terroristas que en un principio parecían aisladas. Sin embargo, con el paso de los meses ha quedado patente la existencia de una organización local de carácter yihadista detrás de estos actos terroristas llamada Ahlu Sunnah Wa-Jamo, más conocida por la población como Al Shabaab, sin que de momento se sepa si mantiene vínculos formales con la agrupación somalí que lleva el mismo nombre. El juramento de fidelidad ha sido utilizado por Dáesh como otro de sus múltiples mecanismos de propaganda. Es preciso comentar que la vinculación entre dos entidades yihadistas no queda establecida formalmente hasta que el grupo al que se rinde pleitesía acepta dicho juramento, y es ésta precisamente una herramienta que Dáesh ha utilizado 14 / Revista Ejército nº 930 • octubre 2018 para intentar mejorar su imagen y la moral de sus miembros en los momentos difíciles. Sirva como ejemplo el caso del grupo maliense Al Morabitoun, que en mayo de 2015 emitía un comunicado en el que una facción del grupo juraba fidelidad a Al Baghdadi. Sin embargo, la respuesta de Dáesh tardó en llegar 17 meses, ya que no fue hasta octubre de 2016 cuando la agencia Amaq emitió una nota y un vídeo en el que se aceptaba su pleitesía, y pasaban a operar en Mali bajo el nombre del Estado Islámico del Gran Sahara2. La fecha en la que Dáesh acepta la bay’ah coincide con el momento en el que el declive del califato es más que evidente, con la sucesión de derrotas militares y la pérdida continua de territorios tanto en Siria como en Irak. Por tanto, y al igual que sucede con la oleada de atentados yihadistas en Occidente, la decisión de Dáesh de aceptar públicamente el juramento en ese preciso momento, Integrantes del Estado islámico en Somalia está relacionada con un intento por limpiar su imagen y dar un impulso a la moral de sus seguidores en los momentos de mayor debilidad. Otro ejemplo de la utilización de los juramentos de fidelidad como mecanismo propagandístico se encuentra en el grupo nigeriano Boko Haram, ya que no llegó a pasar ni una semana entre los días 7 de marzo de 2015, fecha en la que se emitió la bay’ah, y el día 13 de ese mismo mes en el que Dáesh la aceptó mediante un comunicado. Por aquellas fechas se iniciaba el punto de inflexión que marcaba el inicio del retroceso de Dáesh, como muestra por ese entonces la posición defensiva en importantes ciudades como Tikrit. LAS PROVINCIAS DEL CALIFATO El académico y experto en yihadismo Aaron Zelin se refirió en una de sus publicaciones a la estructura organizativa de Dáesh como un «archipiélago de provincias»3. Estas wilayat,
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