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ALEJANDRO ANCA ALAMILLO Punto exacto (según coordenadas) donde naufragó el Pizarro. Google Maps. de descarga (8), y solo en el caso de que a pesar de ello no se redujera la inundación, se «levantaría la capa», con objeto de que la nave se acercara a la ruta de paso de los buques que navegaban desde Europa. Además, a fin de aligerar el barco, se tomó la determinación de arrojar por la borda todo lo que no fuera imprescindible, como la artillería, anclas, piezas de repuesto de la máquina y, si fuera necesario, hasta el equipaje de la gente. Como el taponamiento del tubo de descarga no tuvo ningún efecto, Aguada preparó todo para levantar la capa. Según el citado Joaquín M.ª Lazaga, la maniobra se verificó de la siguiente manera: «Fue izada a su sitio la verga de trinquete con su vela enjuncada; se cubrieron las escotillas lo mejor que se pudo, tendiéndose andariveles para que nos sirvieran de asidero; por último se pusieron marineros con hachas al pie del palo mayor y en las inmediaciones de los acolladores de barlovento, para derribarlo o picarlo si como era posible quedaba el vapor dormido en la arribada. Cargado el cangrejo mayor, acuartelada la trinquetilla y cazado a barlovento cuanto fue posible, el cangrejo de proa, dio el Comandante la voz de ¡andar! ¡Momento solemne y de sin igual expectación! El barco (…) obedeció al timón como el más fino clipper, abrió el viento tres cuartas más por estribor, se descargó el trinquete redondo, y sin más contratiempo que la pérdida de los bacalaos del tambor de barlovento, con las cocinas y jardines que sobre ellos se asentaban consumó el Pizarro brillantemente la atrevida arribada, hasta quedar arrumbado N.N.O…» (8)  Para realizar aquella operación se presentaron como voluntarios los cabos de mar Rafael Mateo y Francisco álvarez Prieto. 140 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 142


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