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EL TENIENTE GENERAL JOSÉ DE ROJAS Y RECAÑO ANGULO, PRIMER CAPITÁN... La comisión de Aristizábal a Constantinopla Al tiempo de lo anterior, en el departamento marítimo continúan las operaciones navales, y en agosto de 1783 «se expidieron las órdenes para prevenir una esquadra de dos navios de línea y un bergantín, nombrando por Comandante general de ella al Brigadier de Marina D. Gabriel de Aristizabal, sugeto igualmente acreditado por sus prendas políticas y militares». A finales de marzo del año siguiente ya estaban concluidos los preparativos para alistar la flotilla que, en comisión diplomática, debía llevar al sultán otomano presentes del rey de España. De este modo se pretendía afianzar aún más el reciente tratado de amistad y comercio firmado entre ambos soberanos, así que, una vez tomada posesión del mando de la escuadra y reconocidos los jefes de los buques que la componían, el 24 de abril zarparon del puerto de Cartagena los navíos Triunfante y San Pascual, al mando de los capitanes de navío Sebastián Ruiz de Apodaca y Francisco Xavier de Winthuisen, y el bergantín Infante, bajo el gobierno del teniente de navío Juan María de Villavicencio, a los que se unió en aguas de Menorca la fragata Santa Clotilde, comandada por el capitán de fragata Bartolomé de Ribera (87). Cumplieron su misión y hasta el 31 de mayo del año siguiente no arribaron al mismo puerto de salida. Lo prolongado del periplo tuvo su causa en el cumplimiento, cuando regresaban, de una real orden que la expedición recibió a su arribada a Malta, el 9 de diciembre del año anterior, disponiendo que quedaran en la isla hasta que se reclutase su marinería y estuvieran preparadas las dos galeras que habían sido adquiridas al Gran Maestre, a fin de que realizaran juntos el viaje de regreso a España prestando a aquellas la adecuada protección (88). En efecto, por real cédula de 16 de febrero de dicho año se había dispuesto que, «con el objeto de esforzar por todos medios el corso contra los Argelinos para que evidencien el poco fruto de sus piraterías, he resuelto restablecer en mi Real Armada las Galeras, y he dado las providencias convenientes para su apronto y conducción a Cartagena por los medios que tengo acordados» (89), (87)  MARTÍNEZ RIZO, Isidoro: Fechas y fechos de Cartagena, 1891. Embarcaron los embajadores de Marruecos Ali-el-Kador y Ben-Hudy, que se hallaban en Cartagena desde el 4 de febrero, quienes, además de los 70.000 reales de gasto ocasionados al Estado por su viaje de Madrid a este puerto, fueron provistos para el viaje de 4 pilones de azúcar, 2 quintales de galleta blanca, 4 serones de naranjas y limones, 6 docenas de gallinas, 6 carneros, 24 varas de paño azul de fábricas españolas, 8 piezas de medio color y 10 de bretaña. Aún pidieron 7 varas de grana, 7 de media ídem, una libra de hilo de oro, 10 varas de damasco carmesí y 36 de terciopelo de diferentes colores, a lo que el comandante general del departamento no accedió, a pesar de la orden que tenía del rey para agasajarlos, por parecerle excesivo. (88)  «… se consiguió enganchar 350 hombres: y en cuanto a las galeras, como el Comandante general quisiese saber para su reconocimiento y justiprecio las que se le habían de entregar; la Orden, sin exceptuar más que la galera Capitana, le dejó que eligiese a discreción entre todas. Las escogidas en virtud de este beneplácito fueron las de los nombres Magistrala y San Luis, que el Comandante general, los capitanes de los navíos, el mayor, y los primeros carpinteros y calafates graduaron de mas durables: encargándose la Orden de recorrerlas, y de renovar de todo punto su aparejo». MORENO, Joseph: Viage à Constantinopla, en el año 1784, escrito de orden superior. Madrid. MDCCXC. Véase apéndice 3. (89)  AMC, CH 2175. Año 2018 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 91


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